domingo, 4 de julio de 2010

VIDA EXTRATERRESTRE (6): REFLEXIONES


- La cuestionable existencia de vida extra terrestre, se sigue discutiendo en el presente bajo perspectivas que van desde las filosóficamente deductivas hasta las ubicuamente científicas, pero también marginalmente a estas, aunque no por ello menos celebrada, está la creencia – basada fundamentalmente en testimonios – sobre la supuesta visita subrepticia a la Tierra por parte de seres alienígenas superlativamente avanzados con respecto a la civilización terrestre. Es de esperar que donde hay margen para el enigma sin respuesta, hay cabida para todo tipo de hipótesis que lindan no pocas veces con lo místico, metafísico y hasta fraudulento pero los elementos que sobre el Universo han aportado hasta nuestros días, la Astronomía y el conocimiento de las leyes de la física, nos permiten hacer una disquisición sobre esta posibilidad, que puede intentarse objetiva y racional, fuera de apasionamientos fundamentalistas y fantásticos.
- Pocas incógnitas científicas inspiran e invocan a la elucubración tanto como la pregunta sobre la vida en otros rincones del Universo, un enigma con apenas dos opciones absolutas como respuesta, cada una revestida con sus legítimos argumentos proselitistas en un capítulo para la discusión que probablemente se mantendrá abierto por siglos, pues de no encontrar resultados afirmativos en siguientes exploraciones espaciales, la inmensidad del Universo siempre dejará sistemas estelares sin escudriñar. Aunque la respuesta puede relativizarse en sus expectativas, en el sentido de esperar encontrar vida primordial apenas en niveles celulares o encontrar vida inteligente – si es que ella no nos encuentra antes – y si es que no aún inteligente, por lo menos en inexorable proceso evolutivo hacia la complejidad fisiológica multisistémica.
- La profundización de los conocimientos alcanzados por las ciencias físicas y la química prebiótica han puesto claramente las cartas sobre la mesa, sobre las cuales se puede empezar a vislumbrar el tema con autoridad racional. Citemos para empezar, los factores que se inclinan favorables hacia la vida en el Universo, recurriendo al extraordinario argumento que significan las infinitesimales cifras de galaxias y estrellas dispersas en el Universo, y por ende el número de planetas posibles albergándose a su alrededor. Solamente en nuestra común y corriente – en medio de la multitud estelar – galaxia, se calcula un número de estrellas cercano a 400,000 millones, millones mas, millones menos. Entre esa infinidad numérica, se puede pensar, porque no, exista algún astro con las condiciones hospitalarias para los procesos vitales como los que llevaron a la aparición de los seres de la Tierra. Este factor de peso probabilístico, por ahora de valor pasivo y potencial, apoya la probabilidad de la existencia de alguna o muchas civilizaciones alienígenas en algún lugar del Universo, por el simple recurso estadístico y la certeza de sabernos nada especiales en el mundo desde que nos desprendimos de nuestro falaz privilegio Geocentrista.
- Esta probabilidad meramente estadística, ha sido incluso cuantificada matemáticamente mediante una ecuación conocida como Ecuación de Drake – en este caso considerando sólo la vida inteligente y con capacidad tecnológica –, la cual es una fórmula que calcula en qué cantidad probable de estrellas en nuestra galaxia puede haber aparecido la vida. Fue ideada por el astrónomo Frank Drake de la Universidad de Cornell, en 1961 y en ella se consideran todos los factores involucrados para definir la probabilidad de que detectemos señales emitidas por una civilización alienígena inteligente:
N* x fp x ne x fl x fi x fc x L = N
- Donde:
N = Número de civilizaciones aptas para comunicarse con radioastronomía.
N* = Número de estrellas.
fp = Fracción de esas estrellas que tienen planetas.
ne = Número de planetas como la Tierra, por sistema planetario.
fl = La fracción de esos planetas donde se desarrolla la vida.
fi = La fracción de esos planetas donde se desarrolla la inteligencia.
fc = La fracción de esos planetas capaces de comunicarse.
L = El tiempo de vida de las civilizaciones capaces de comunicarse.
N* = 400 millardos de estrellas.
fp = 1/4.
ne = 2.
fl = 1/2.
fi = 1/10.
fc = 1/10.
L = 1/100 millones
- Para la ecuación considerada con sus variables originales el resultado de N es 10. Apenas 10 civilizaciones tal vez inteligentes para toda la galaxia; según la ecuación especulativa, la distancia media entre tales civilizaciones fluctuaría en un rango entre los 15 años luz y unos 27,000 años luz. La actualización de algunas variantes al observar mejor otras estrellas y planetas extra solares, además de redefinir los dos primeros términos de la ecuación, y considerando entre ellas solamente en qué proporción de estrellas puede haber evolucionado algún tipo de vida, no necesariamente inteligente, han modificado las expectativas considerando qué fracción de estrellas tiene sistemas planetarios, que fracción de esos sistemas planetarios contiene un planeta habitable y en qué fracción de esos mundos habitables puede haber aparecido la vida.
- El término que define en cuántos planetas de los que son habitables ha aparecido la vida es el que ha sufrido mas consideraciones subjetivas, para algunos, este término debe tener un valor extremadamente bajo y para otros tendría una valor importante al ser para ellos inevitable la existencia de la vida en un mundo potencialmente habitable y este último caso el valor de la fracción se hace muy cercano a 1. Para los planetas de tipo terrestre que tienen más de 1,000 millones de años de existencia como la Tierra, esta fracción sería de un valor muy cercano a 1 y algunos creen que hay una gran posibilidad de que el valor sea, como mínimo, de 0,33.
- La existencia de planetas extra solares de los cuales se han descubierto en cantidad mayor de un centenar desde 1995 en que se descubrió el primero, ha redefinido la esperanza y expectativa, se calcula en una cifra promedio que al menos una de cada 10 estrellas tiene planetas orbitando a su alrededor, lo cual es un punto a favor del Principio de Mediocridad que supone nuestra situación común y corriente en el Universo y que el resultado de la vida puede ocurrir donde se presenten las condiciones complacientes para tal y si se dispone de tiempo para el salto de la materia inorgánica hacia la vida. Los avances tecnológicos en cuanto a nuevas generaciones de telescopios darán respuestas más aproximadas sobre algún planeta orbitando en zona de habitabilidad de algún sistema estelar y tal vez albergando vida. Aunque cuando se trata de planetas, en el Universo nunca se pueden descartar excepciones a la regla y sorpresas como el porque algunas estrellas de neutrones tienen planetas orbitándolas si son lo que quedó de una supuesta supernova.
- El peso de los números entonces parece apoyar la probabilidad – no mas que pasivamente – por los cauces de la vida dispersa en el Universo, pero lo concreto es que hasta el momento, ningún acontecimiento científicamente palpable o sólido en evidencia ha probado irrefutablemente la existencia de vida inteligente – ni siquiera elemental – fuera de la tierra o visitándonos.
- Como se ha detallado, los indicios no explícitos de moléculas orgánicas repartidos en el sistema solar, en Marte y las lunas Europa y Titán, no tienen nada que ver ni remotamente con vida complejamente organizada; nada de lo hallado como indicios en estos puntos específicos del sistema solar mencionados – y tomados como argumento por entusiastas ufólogos – puede merecer siquiera un nombre como lo merecen elementales microbios como Escherichia Coli, Klebsiella Pneumoiae, Ortopoxvirus, etc. que lo identifique como ser viviente ni tiene razonables expectativas de evolucionar hacia formas inteligentes en esos escenarios ténebres, por mas que algunos novelistas hablen de visitas y abducciones a ciertos mundillos del sistema solar como Gamínedes, las condiciones de vida en todo lo explorado más allá de la zona de habitabilidad solar recuerda mas a infiernos geológicos antes que a hábitats que permitan siquiera formas extremófilas de vida insospechadas.
- Al respecto, una vertiente discutible en la sugestionable cultura humana es la muy difundida creencia de civilizaciones tecnológicas que visitan nuestro planeta exponiéndose a la observación de ocasionales testigos visuales. No puede pasarse por alto la gran dosis de subjetividad y fraudes involucrados en los informes de estas supuestas apariciones por lo que es prudente someter esta información al análisis crítico y ver hasta donde puede considerarse racional esta posibilidad. La abundancia de esos testimonios aceptados a priori llevarían a pensar en una amplia variedad de especies alienígenas visitándonos frecuentemente, y es más, la osadía de sus adeptos los lleva a proponer que nos visitan desde muy antes en la historia, donde habrían ayudado a cimentar las grandes culturas humanas de la antigüedad, pese a no haberse hallado ninguna huella que sustente una tutoría superlativamente avanzada, como metales de aleaciones desconocidas o máquinas avanzadas que marcasen diferencia evolutiva, y es en cierto sentido menospreciar el talento del emergente ser humano perteneciente a esas culturas cuyo brillante legado artístico, arquitectónico, literario, filosófico y científico es evidente.
- El factor de mayor peso – e ineludible – para descalificar la mayoría de alegres presunciones sobre visitas OVNIS, es el que respecta a las distancias interestelares, datos indispensables que debería conocer todo aspirante a divulgador de la existencia de ellos rondando la Tierra; las distancias interestelares son tan exorbitantes, que aún la fantástica velocidad del fotón decretada como la máxima posible permitida para la materia queda como una plebeya ante esas distancias y hay que sumar las complicaciones que teóricamente sufre la masa al ir alcanzando esas velocidades en caso de alguna vez lograrse.
- Otro hecho a considerar, es la energía, un elemento indispensable para sustentar cualquier posibilidad de existencia de alguna civilización, desarrolle tecnología ultra avanzada o no, y esta, en la forma que conocemos proviene de las estrellas que están dispersas uniformemente por el Universo – salvo aprovechamiento de formas exóticas y poco estudiadas como la Energía Oscura –, la vida en la tierra es posible gracias a la existencia de nuestra estrella solar, la que con acertada suspicacia adoraron muchas culturas antiguas – como decía Carl Sagan: “tiene sentido adorar a las estrellas” –, ella no solo provee la energía solar vital para el milagro fotosintético que se traduce en todo el soporte de la vida, sino sirvió como cocina de los elementos pesados que diversificaron la monótona existencia del Hidrógeno y Helio como producto del Big Bang, somos hijos de ella en cierto sentido en nuestra generación y mantenimiento. Bueno, el hecho es que la exploración del Sistema solar pone fuera de posibilidad la existencia de civilizaciones avanzadas en su seno, como lógica conclusión, en caso de que naves de tecnología muy avanzada existen y nos visitan en un juego sinsentido de escondidas, estas deben provenir de una civilización situada en algún sistema perteneciente a alguna estrella, y hasta las estrellas más cercanas suponen un serio problema de tiempo y distancia, donde se debe razonar en términos de velocidades cercanas a la luz, tan fantástica que para tener una idea de ella hay que suponer por ejemplo que en un segundo un fotón de luz podría dar 7 vueltas a la tierra. Pero probablemente nada que tenga masa pueda igualar la velocidad de la luz alguna vez y de paso hay que considerar el aumento de masa y probable deformación de ella a esa velocidad. Un viaje interestelar tripulado llevaría tanto tiempo que sobrepasaría la expectativa de vida de cualquier ser biológico nativo o modificado, aunque haya encontrado la forma de dilatar el proceso de envejecimiento por manipulación genética, por lo que los primeros intentos de viajar tan lejos se supone realizarlos con organismos con capacidad de clonarse o sondas robóticas, o en el peor de los casos requeriría una “nave colonia” preparada para albergar varias generaciones viajeras. Una nave viajando a la mitad de la velocidad de la luz tardaría más de 16 años en ir y volver a la vecina Próxima Centauri, ni pensar en estrellas mas lejanas, como Rigel que exigiría 1700 años solo para uno de los trayectos. Una analogía interesante sobre nuestra posición respecto a nuestro vecino estelar, el sistema triple Alfa Centauro la tenemos al llevar las magnitudes a escalas mas mundanas, si se redujese el volumen de la Tierra que tiene 12000 kms de diámetro, al tamaño semejante al de una cabeza de alfiler, algo como 1 mm de diámetro, la Luna estaría apenas a 3.2 cms y el Sol a unos 12 mts, Saturno a 120 mts y Próxima Centauri – que está a 4.3 años luz en realidad – estaría a la aún exorbitante distancia de 3390 kms de nuestra cabeza de alfiler.
- Una probable forma teórica propuesta de evadir el recorrido físico desde mundos delirantemente distantes son los atajos a través del tejido espacio temporal o los viajes desde diferentes dimensiones, quien sabe si los peculiares vuelos descritos en OVNIS sean la forma de presentación apareciendo desde mundos paralelos multidimensionales, objetos físicos capaces de desplazarse entre universos tridimensionales, adyacentes en una cuarta dimensión espacial. Es pertinente el ejemplo con objetos de un mundo unidimensional – como en la novela Planilandia – donde puede deducirse como se vería apareciendo un objeto desde un mundo bidimensional; el ejemplo en perspectiva de un auto viajando en línea recta como en una carretera oscura es ilustrativo, sus ocupantes no verían mas que la línea recta y se comportarían como seres unidimensionales, pero si un ser o un animal salvaje como los que merodean en el borde de la carretera, nos vería desde ese borde en su punto de vista, este sería como el de un objeto bi ó tridimensional observando al objeto que vive en su mundo unidimensional y de aparecerse abruptamente en el camino del auto lo sorprendería encontrándose espectacularmente seres de distintas dimensiones. Asimismo para objetos bidimensionales supondría ventajas en muchos sentidos para ellos al utilizar la tercera dimensión espacial. Matemáticamente la generalización a cuatro dimensiones es posible, lógicamente considerando complicaciones explicativas entre los profanos, aunque los seres alienígenas descritos por supuestos contactados no parecen ser extraordinariamente multidimensionales o la sombra de ellos en sus aspectos.
- Es pertinente también recordar nuestra ubicación en un brazo periférico nada interesante en una galaxia – que a su vez es una entre millones de galaxias del universo – compuesta por 500.000.000.000 de estrellas, donde probablemente hay coordenadas más densas en concentración de estrellas, interesantes y céntricas para una búsqueda aleatoria – si así fuera el caso – por parte de alguna civilización alienígena; habría que pensar que algún método de detección previa tendría que advertirles la existencia del planeta Tierra para que un motivo los impulse a realizar tan complicado viaje hasta esta coordenada espacial; sin esa advertencia previa, no habría razón extraordinaria que anime a invertir un viaje de exploración tan agotador de recursos e incierto en resultados entre la inmensidad espacial hacia una planeta nada llamativo entre la multitud, salvo posean un método exótico de viaje como los mencionados inter dimensionales o a través de atajos en el tejido espacial temporal que hagan de esos viajes una rutina. Por lo que parecería coherente aunque monótono pensar que tal vez no estemos solos pero si incomunicados con otras inteligencias y nunca salgamos del mundo de las conjeturas.
- La reticencia por parte de la Ciencia y las autoridades militares-políticas a tomar en cuenta los testimonios de supuestos testigos de avistamientos y los fenómenos Ovnis, han despertado la suspicacia de sectores que esgrimen por consecuencia, teorías de conspiración en las cuales los gobiernos ocultan información y pruebas por motivos de seguridad nacional e interés de aprovechar mezquinamente los conocimientos obtenidos del estudio de ellos. El mito es así alimentado. Alguien cuyo razonamiento no era nada mezquino afirmaba que: “A afirmaciones extraordinarias, pruebas extraordinarias”. Los testimonios peculiares no construyen la ciencia, y no pocas veces no hacen mas que enredar los hechos y el camino a la verdad, el testimonio personal tiene un prestigio tan dudoso en la ciencia formal que gran parte de la paraciencia y charlatanería recurre a ella para mantenerse vigente y sustentarse. Hasta la fecha ningún artefacto o prueba material concreta puede tomarse como paradigma de aceptación, parece una casualidad parcializada el que todo lo que involucre culturas alienígenas caiga siempre en manos de los omnipresentes militares de la FFAA de los EEUU. Ninguna superpotencia involucrada en las conspiraciones de los entusiastas del fenómeno OVNI en conspiraciones de ocultamiento, parece haber aprovechado la tecnología extra terrestre capturada en algún artificio técnico notablemente visible, cada avance tecnológico es descifrable para otras fuentes independientes que la sometan a contraste y análisis por método científico en un mundo donde los códigos científicos no tardan en descifrarse y ponerse al alcance de la comunidad científica; aunque suene ingenuo pero el pecar por exceso de entusiasmo puede ser válido para cualquier disciplina, pero no en ciencia donde la prudencia y el escepticismo antes de lo emocional es la norma.
- Los testimonios sobre abducciones impresionan en gran parte como fenómeno cultural dentro de la modernidad y todo lo concerniente a ella, en el pasado las versiones esotéricas contaban sobre brujas y demonios tentando a incautos humanos, de lo que dio fe el oscurantismo mediante métodos inaceptables, pero el tiempo y la ilustración se han encargado de desmoronar la credibilidad de ellas; en los tiempo modernos las versiones sobre fenómenos extra terrestres tienen curioso paralelo con los tiempos en que el humano ya elaboraba ingenios voladores, es sintomático que la oleada de reportes OVNIS se inicien en la década del 40 con el testimonio de un tal Kenneth Arnold cuando el hombre ya había aprendido a volar. La información noticiosa y el culto mediático del misterio OVNI está al alcance del ciudadano común y ello puede sembrar gérmenes en el inconsciente. Solo pensamos y soñamos en gran parte en base a los elementos de nuestra cultura, ya nadie elaboraría versiones sobre atlantes por desfasados y a muy poquísimos se les ocurriría contar historias sobre seres incorpóreos – que han vencido la dictadura de la materia como los personajes de una novela de Arthur Clarke – por no ser de difusión ultra masiva y ser algo abstrusos de entender para el vulgo. La cultura popular masiva influye en nuestros anhelos y desesperanzas. No deja de llamar la atención que gran parte de los reportes sobre abducciones se presenten en América y los seres descritos representen hibridaciones biológicamente aberrantes. También, aunque es relativo, las morfologías de seres formados en otros entornos físicos no tendrían que ser símiles a las humanas como se describen en los seres abductores o contactos venidos del espacio, con 4 miembros y una cabeza, con 2 ojos y capacidad aparente para desenvolverse en nuestra atmósfera y bajo nuestro campo de gravedad, tal vez puedan provenir de un planeta de constantes físicas similares a la Tierra – aunque sería casi improbable encontrar las coincidencias perfectas de esas constantes – hay que recordar que la biología humana es en gran parte resultado del entorno físico y sería una afortunadísima casualidad que una raza similar a la humana nos encuentre en la inmensidad del espacio. Pero también está la opción que los seres llegados a la Tierra sean productos acabados de una ingeniería genética avanzada y diseñados especialmente para la exploración del planeta Tierra.
- Por simple probabilidad estadística también, es suspicaz que los secuestradores y/o contactos alienígenas siempre encuentren seres humanos sin las curiosidades básicas sobre este fenómeno, amén de los experimentos grotescos que se describen, cosa innecesaria para cualquier civilización avanzada, cuando la civilización humana en su estado actual puede indagar extensa información genética en desde residuos de saliva en vasos hasta células comunes desprendidas sin necesidad someter a traumáticas sesiones a involuntarios conejillos de indias. Sería pertinente sugerir a cualquier amigablemente contactado que viva esa experiencia, una serie de cuestiones pendientes para la humanidad de las cuales nos podrían echar luces, se ocurriría sugerir cientos de preguntas para estos avanzadísimos aliens que han dominado o evadido el viaje interestelar; en primer lugar como hicieron para sortear las fabulosas distancias, por supuesto que toda respuesta genéricas y vagas como “porque tenemos la tecnología para ello” califica para el rubro de estafas, también las preguntas de corte de entrevista farandulera no son mas que néctares para gaznápiros, mas bien cuestiones como el Bosón de Higgs, los gravitones, como crear a gran escala y/o manejar la antimateria, cual es su naturaleza química, la materia oscura, la energía oscura, el control selectivo de las células neoplásicas, el retardo del envejecimiento y tantas dudas que aún asaltan a la ciencia humana, serían de apreciable e interesantísimo valor y porque no, de peso específico como prueba a favor de la ilusión alienígena.
- Las alegadas pruebas visuales van desde testimonios y supuestas fotos y filmaciones, pero estás deben tomarse con cautela y no pueden atribuírseles una validez objetiva para calificar estrictamente como prueba de la existencia de OVNIS con tripulantes extra terrestres. Hay que recordar que las leyes de la física son inexorables, pero en cuanto a los sentidos humanos, estos son engañables y la historia es larga en ese sentido. Espejismos y falsas alarmas célebremente ilustrativas han sido por ejemplo la supuesta experiencia de la Fusión fría por Pons y Fleishmann, el legado del santo sudario, la aparente generación espontánea, el giro del Sol alrededor de la tierra, la sensación de vivir en una tierra plana, estos fueron espejismos engañosos que durante siglos en algunos casos marcaron nuestra visión del mundo, el ilusionismo también es la base de muchos éxitos mediáticos, el fenómeno de Pareidolia también nos ha jugado algunas ilusas pasadas como la cara en Marte. De paso hay que descartar los trucos fraudulentos que son abundantes especialmente en materia fotográfica donde el trucaje o los artefactos llevan a confusión, luego la observación de objetos de uso meteorológico o instrumentos de vuelo última generación o globos llenos de helio atados a bengalas o velas que son de lo más usado para el engaño visual, algunos son tan elaborados que requieren buscar explicaciones más rebuscadas. El testigo entonces puede ser engañado por sí mismo o por el entorno ambiental.
- La Neurología humana y todo lo que se conoce sobre ella, aún quedando cuestiones pendientes en su entendimiento puede aportar explicaciones a las ilusiones y percepciones erróneas, las experiencias de W. Penfield fueron impactantes en ese aspecto, despertando sensaciones de olores, sonidos y recuerdos específicos al estimular con pinzas quirúrgicas algunas zonas del encéfalo, mediante este estímulo material el cerebro puede construir tramas de recuerdo conscientes incluso en estados inducidos por la anestesia., es evidente como el cerebro elabora realidades sin motivación explícita durante los sueños, donde expresamos ficciones y anhelos, la influencia de las sustancias psicoactivas son un ejemplo de estas realidades inducidas en estado de vigilia, el Deja Vu es otro fenómeno interesante, alguna vez se deslizó una teoría relativa a ello, respecto a los testimonios de hombres que estuvieron en el umbral de la muerte y “vieron una luz al final de un túnel”, esa sensación hecha consciente en un momento crucial de una vida podría rememorar un hecho traumático que gran parte de la humanidad sufre que es el momento del nacimiento donde el paso por el canal del parto es un momento decisivo en la supervivencia que simula el pasaje por un túnel donde la vida está en juego, en tiempos remotos y hasta hace muy poco la mortalidad neonatal y materna fue muy alta, “nunca se está más cerca de la muerte que cuando se nace” es un dicho muy cierto de lo que puede dar fe quien conoce las circunstancias fisiológicas presentes en el bebé e involucradas en el acto de nacer. El sentirse en una situación stresante casi mortal podría despertar sensaciones dormidas e inmortalizadas en la corteza cerebral por años donde se alojan luego de un breve periodo de actualidad en cartelera en el Hipocampo.
- La idea adonde llegar es que la potencialidad de la neurología humana para elaborar tramas puede ser desconcertante, cada cerebro con sus infinitas sinapsis entre cien mil millones de células pueden estudiarse como un universo propio. Las visiones subrepticias por tanto no tienen mas valor que una anécdota para construir verdades científicas, históricas y el conocimiento mismo, hasta la fecha ninguna prueba objetiva y palpable de alguna civilización alienígena está disponible. Hay más probabilidad – y facilidad – de ejecutar un fraude que pensar una forma de sortear grandes distancias en el espacio. Algunos pocos casos de avistamientos tal vez no podrían ser explicados ni como fenómenos naturales, ni como aeronaves, ni como percepciones erróneas y pueden dejar razonable margen a la duda.
- La creencia, pero sobretodo el culto OVNI hoy por hoy, sin santo grial a la vista, califica a la par de disciplinas seudo científicas paralelas y fraudulentas que parecen basarse mas en una infalsabilidad auto protectora que en hechos verificables. No se espera indispensablemente que las credenciales académicas ó títulos sean requisitos imprescindibles para opinar sobre la vida extraterrestre pero no se puede pasar por alto que la preparación científica aporta además del conocimiento de sustento, la actitud crítica y rigurosidad que el tema requiere, el entusiasta de la ufología tiende temerariamente a formular hipótesis sin analizar las variables, con sesgos de por medio, e invirtiendo el orden del método científico donde las explicaciones son propuestas primero y los casos favorables a su posición son los elegidos para ser representativos, tal vez sea casual que gran parte de entusiastas de los OVNIS carecen de fundamentos de ciencia y por tanto no aprecian el valor de la prueba científica contrastable. La Ciencia no es el oráculo infalible en la cultura humana, pero es simplemente como dijo alguien, simplemente lo mejor que tenemos entre la humanidad para buscar la verdad. Antes de ilusionarse hasta el ensueño mirando el cielo hay que asentar bien nuestros criterios en Tierra y no desechar las nociones básicas en cuanto a distancias interestelares, leyes físicas permitidas, condiciones climáticas y bioquímicas para la vida, para pensar en su presencia inteligente fuera de la Tierra.
- ¿Tiene algún valor la opinión subjetiva de la autoridad en este tema de gran contenido y margen especulativo?, la opinión de “autoridad” alguna en el tema es – como en todo campo – relativa o limitada, a propósito de las afirmaciones del enorme Stephen Hawking sobre la vida alienígena y algo de Escatología, un hombre cuyos aportes en el campo de la Física y la sana divulgación científica son irreprochables, pero en el terreno llano de la especulación, el genial Hawking simplemente ejerce su derecho de opinión como respetable ciudadano. En el mundo de la especulación la autoridad, como dice Richard Dawkings, tanto la Autoridad, la Tradición y la Revelación no sustentan sólidamente la verdad como el someter los hechos al método científico de verificación.
- Las ondas electromagnéticas y mensajes de radio desde Marconi han viajado hasta 90 años luz aproximadamente de la tierra, en su respectiva frecuencia, y éstas ya debieron haber sido captadas por alguna civilización cercana – si es que existe alguna – por lo menos en Alfa Centauri.
- ¿Como podría ser un ET?, siempre conjeturando, ¿necesariamente de aspecto humanoide con simetría bilateral, bípedo con cuatro extremidades, dos ojos, nariz, boca, etc., como lo cuentan los abducidos?. Las probabilidades de que la evolución en distintos mundos produzca organismos semejantes a partir de orígenes distintos de la vida son extremadamente escasas. Estas son resultado en gran parte de lo que el ambiente le permitió; por ejemplo, tomemos en cuenta la gravedad, estar en un mundo como el gigante gaseoso Júpiter donde la gravedad es mas de 200 veces la terrestre, esto supondría un gran obstáculo para la bipedestación y gran limitante de la estatura, la tendencia sería de caer fácilmente si se posee una gran talla, sería más adaptable un aspecto arácnido con un cuerpo mas robusto en musculatura y esqueleto hasta tal vez poseer coraza y en un plano mas horizontal que vertical sobre varios apéndices miembros que serían más adecuados para deambular, la gravedad podría imponer también un límite a la vida. La manipulación es especialmente provechosa con tentáculos y mejor aún con adaptaciones como ventosas o pedúnculos sin articulaciones limitadas en sus rangos de flexibilidad, que si se pudiera elegir, preferiríamos tenerlas de otra forma, como quisiéramos también tener la visión de poderosos predadores alados y felinos, el olfato de los canes, no todo acabado tendría que seguir una línea humanoide, la ingeniería evolutiva podría tomar caminos insospechados. En cuanto a sus capacidades ¿Qué podríamos esperar de ellos?, conjeturar sobre sus capacidades biológicas, intelectuales y tecnológicas energéticas. Que sistemas fisiológicos la sustentan, que sistema de relación sensorial prefieren, sus patrones de pensamiento, tal vez ni sus cualidades morales tendrían que ser coincidentes, sus sistemas sociales, el control reproductivo y de su evolución, inteligencia integrada a la cibernética, manejo equilibrado de las emociones – inteligencia emocional –, altruismo, sistemas de comunicación.
- La existencia de seres dotados con el aliento de la vida fuera de este planeta es una posibilidad fascinante, y más aún si como hace suponer su presencia en otros sistemas, tengan tal supremacía tecnológica para haber dominado el viaje interestelar – enigma aún desconcertante para la ciencia humana – retando las leyes físicas. Seres así podrían llevarnos un gran adelanto en edad absoluta, y si hubiesen tenido una evolución perfecta sin oscurantismos de por medio entrampando su evolución cultural, tal vez habrían llegado a un nivel excepcional, llegaría a un punto en que los conocimientos científicos se multipliquen casi logaritmicamente, como el momento vertiginoso que vivimos en la sociedad humana pero ¿ese vértigo de construcción de conocimientos tendrá un techo en cuanto a alcanzar la velocidad de la luz?. De hecho hay estrellas mas viejas por millones de años que el Sol incluso en la Galaxia y tal vez alguna civilización tenga esa ventaja, ¿puede ser suficiente aún para ella, al ser la velocidad de la luz y las distancias del espacio vallas casi insalvables hasta donde suponemos?.
- No se puede cerrar obtusamente en radicalidad la posibilidad de la existencia de inteligencias alienígenas, pero su existencia y la realidad de que nos visiten son dos cosas distintas, no se puede alegar tal trascendental hecho sólo con historias de naves que vuelan violando leyes físicas – leyes que limitan vuelos tan peculiares hasta la imposibilidad –, la aceptación o la construcción de una idea coherente de vida extra terrestre requiere una suma de pruebas y una de ellas por lo menos debería ser incuestionable, mientras tanto solo esta la posibilidad en pura latencia y potencialidad.
- Por el contrario en caso se confirmase – lo que probablemente será dudoso por siempre – que somos la única inteligencia en el Universo, nos cabe la enorme responsabilidad de preservar a la altura ese regalo irrepetible, asombroso e inimaginable si pensamos en el caos cósmico primigenio, también nuestro hábitat – el único acogedor que conocemos – nos lo demanda así, de lo contrario herirlo de muerte nos haría merecedores de la extinción y hubiese sido preferible preservar la prístina naturaleza primitiva de un mundo que así era mas bello y seguro.