miércoles, 24 de septiembre de 2008

UNA MIRADA AL RACISMO


- Las relaciones humanas fueron siempre complejas, desde el alba de la civilización; allí, donde se estableció un clan, una tribu, una comunidad, entonces ya la fricción social y la ambición de todo lo apreciable para la vileza o la supervivencia: tierras, riquezas y poder, pretextaron las primeras batallas en las que se impondría el más fuerte; la razón y el entendimiento esperarían su turno a tiempos mas civilizados. Así dominantes y dominados marcharon por los tiempos constituyendo hasta el presente una dualidad inseparable en el curso del avance de la historia; así se escribió ella, y aún hasta hoy, así de paso, se fueron instalando en la conciencia de las sucesivas generaciones los orígenes de las conductas de prejuicios de superioridad, desprecio y dominio, entre ellos los de carácter determinado por la propia raza o grupo étnico.
- Ya los relatos bíblicos describían la convivencia con la servidumbre muy natural en el contexto de aquella sociedad; aunque el esplendor greco-romano prefirió como criterio de superioridad la alta cultura en vez de cualidades biológicas congénitas ante aquellos que denominaron bárbaros, en gran parte de las civilizaciones lo largo de la antigüedad, en oriente u occidente, incluyendo la misma África precolonial, se observaron comportamientos de discriminación de diversa índole, sobretodo basados en la dominación por la guerra, y hasta con ciertos márgenes de benevolencia, pero la fuerte conciencia de superioridad determinada por la raza o grupo étnico se afianza en la época moderna a partir de la colonización y esclavitud. Cuando las tierras allende del mediterráneo y atlántico se sometieron a la espada y pólvora del europeo moderno, ellos azuzados ó respaldados por intolerantes, divinizadas castas religiosas, monárquicas, y motivados con la mas perversa e inescrupulosa ambición, se lanzaron en hordas colonizadoras, lo que se entendía por exterminar en masa cualquier vestigio de estas civilizaciones, con fines evangélicos y sobretodo en la dominación del nativo por el conquistador en condiciones solo imaginadas por la crueldad mas siniestra. El espíritu que llevó a tierras lejanas a los grandes navegantes de los siglos XV y XVI fue la romántica aventura del encuentro con lo desconocido, pero detrás llegó el uniforme y la ambición mercantilista; en ellos se despertó el instinto límbico más recóndito y la miseria de sus generaciones precedentes y asesinaron por miles, saquearon hasta la embriaguez de sus barcos cargueros e iniciaron el ruin comercio de esclavos desde alrededor de 1562 hasta por casi 3 siglos; todo lo precedente en la historia de la humanidad en cuanto a crueldad y barbarie palidecieron ante el perverso talento europeo para el desprecio por la vida y escribieron apenas uno de los capítulos mas infames en el marco de esa conducta que hubo de llamarse racismo, la que germinó al amparo de sociedades protestantes y liberales y que signó tanáticamente las relaciones entre culturas y naciones.

(I) ANALES DEL ESTUDIO CIENTIFICO DE LAS RAZAS


- El término de origen inglés “race” y todo lo que trae asociado se forjó de la etapa colonialista europea. Hacia finales del siglo XVIII el concepto “raza” se impuso para subdividir a la especia humana con base en criterios biológicos, eran tiempos de afanes entusiastas entre los naturalistas para catalogar todos los seres vivos, así, nace como un artificio científico con fines didácticos para facilitar el estudio sistemático de la especie, el tiempo la convertirá en un estereotipo cultural también; pero en todo concepto ilustrado, no deja de lado el precepto de un tronco común de la humanidad, basado en la arquitectura ósea, la cual determina las semejanzas estructurales corporales de constitución entre TODAS las razas.
- En esa inquietud, germinó una incipiente ciencia que iría sustituyendo la cosmovisión teológica por una científica y que a la larga adquiriría su camino independiente con derecho propio, la Antropología, cuyas raíces pueden hallarse desde el renacimiento; se tiene conocimiento del antecedente más lejano del estudio racial en un artículo anónimo (luego atribuida al médico y viajero francés Francois Bernier) de 1684 en Journal des savants, entonces de las mas prestigiosas revistas europeas, exponiendo un trabajo basado en una división humana por características físicas y su distribución en regiones geográficas, y así inicia el uso del concepto de raza en el sentido antropológico, distinguiendo cuatro razas o especies de hombres, aunque fue una división superficial se rescata la visión de enfocar a la especie como materia de estudio, y ésta le fue útil a la posterior tendencia del poligenismo.
- A finales del siglo XVII el médico inglés Edward Tyson (eran en aquellos tiempos los médicos los mas autorizados estudiosos del tema) publica una monografía basada en anatomía comparada entre humanos y simios, cimentando la antropología física que era aún parte de la historia natural, pero no llega a responder su propia inquietud del porque de la superioridad del hombre en la escala animal.
- El siglo XVIII vería el estruendo de una nueva ciencia cada vez más afirmada, produciendo una vorágine propuestas para clasificar a los seres humanos según caracteres físicos, siendo precursora la clasificación del sueco Carl Von Linneo (1707-1778) quien retoma los conceptos taxonómicos de Aristóteles y Galeno, así, luego de superar sus primeros titubeos de ubicación humana entre las especies de animales, y con las falencias propias de sus pioneras ideas (incluye un hombre salvaje Homo ferus y otro monstruoso Homo monstruosus, con una visión algo romántica de la naturaleza), y sin tomar finalmente en cuenta el lenguaje, sino al razonamiento como factor diferencial que lo hace al humano superior al resto de animales; definió 4 variedades, que luego otros naturalistas como Blumental, Buffon, Peshel, d´Agassiz, Haeckel, Morton, Crawdord, tomándolo como referencia (aún a sabiendas de sus defectos, pero reconociendo un principio a partir del cual explotar un naciente campo) ampliarían en número; algunas de sus observaciones sobre los africanos se considera bases del posterior racismo “científico”. En este grupo continuador, destaca Georges-Louis Leclerc de Buffon (1707-1788), quien criticó aspectos taxonómicos del trabajo de Linneo en su obra Histoire naturelle, générale et particuliére, de 1749 considerado todo un hito intelectual referente del siglo XVIII, donde enriquece esta visión incluyendo aspectos sociales-culturales en el estudio del hombre; el tomo III es considerado como el nacimiento de la Antropología independiente propiamente dicho y responde las dudas que persiguieron a Tyson; en ella sostiene que la reflexión, lenguaje, capacidad inventiva y de perfeccionamiento, nos separa insalvablemente de otros animales, partiendo de un origen común de la especie y sus primitivas migraciones en las que cubrió el mundo, acepta la influencia en las características físicas variables, del clima, alimentación, costumbres, las epidemias y las mezclas hibridantes de individuos; sin considerarlos especies diferentes. Considera las sociedades salvajes de costumbres bárbaras como más cercanos al animal y afirma que la zona templada entre los paralelos 400 y 500 ofrece las mejores condiciones para el equilibrio entre la vida humana y la naturaleza y allí desarrollaron los seres mejor dotados y a medida se alejan de esta zona se alejan de aquel modelo ideal.
- También los primeros cultores del racismo “científico” echaron a andar sus ideas y llevaron a ese campo, sus prejuicios y discriminaciones, sentando los primeros fundamentos de una esbozada diferencia física e intelectual con los pueblos llamados salvajes; El médico alemán Johann Friedrich Meckel, basado en dos necropsias y en bastante subjetivas diferencias anatómicas de apreciación, sostenía que los africanos pertenecían a una especie distinta. A la vez estaban inmersos en las primeras controversias entre las tendencias poligenistas y monogenistas para explicar el origen de las razas, (los primeros defendiendo la tesis de una procedencia humana múltiple sin cambios en las etnias influidos por el entorno y los segundos una procedencia única de todas las etnias, modificada anatomo-fisiologicamente por el ambiente), esta discusión se extendería hasta el siglo XIX intentando dotarla de racionalidad con figuras como George Robins Gliddon, Josiah Clark Nott, Théophile Simar, Johann Blumenbach, John Hunter, Samuel Smith, en debates con mayor tendencia a validar el sistema esclavista de su sociedad capitalista, antes que a juzgarla moralmente.
- El monogenismo tomaba inspiración del génesis bíblico en la creación de una especie única que se diversificó; el poligenismo rechazaba el origen único, refería de la biblia que Adán era padre de los judíos y el resto descendía de antepasados preadamitas, y era parte de la visión crítica del racionalismo a la biblia, en ella Voltaire rechazaba el ancestro judío de toda la humanidad y también atribuía el estado de incivilización de los negros a una inferioridad innata en sus capacidades, lo que aunado a afirmaciones como la del médico inglés Charles White de 1799 de la cercanía del negro al mono, reforzaron la ideología racista. Otro aporte pintoresco es el de James Cowles Prichard, sostenía que Adán fue creado negro y bajo la civilización el hombre se fue volviendo blanco en el camino hacia la perfectibilidad.
- En 1764, otro médico y científico representativo, el holandés Petrus Camper (1722-1789) un monogenista creyente de las sagradas escrituras y cultor de las ciencias naturales, refuta las afirmaciones de Meckel apoyándose en Buffon y en el presidente de la Academia de Ciencias de Berlín, Pierre-Louis Moreau de Maupertuis (quienes no compartían su creencia religiosa) y en 1791, su hijo Adriaan Gilles Camper, publica una obra póstuma en los que registró las diferencias entre el ángulo facial de cráneos humanos y simios concluye que existían semejanzas entre los africanos y los simios; su trabajo taxonómico se basa en los cráneos en las que tomaba como ícono del modelo perfecto, las atléticas esculturas griegas y aunque creía en la idea de Buffon de la unidad de la especie humana, exponía evidentemente un monogenismo muy particular, en que las variedades humanas con caracteres físicos influidos por el medio como pensaba Buffon, iba desde los africanos limítrofes con animales hasta los europeos con su belleza y nobleza. Su método midiendo estructuras óseas ya había sido utilizado por otro médico holandés Bernhard Siegfried Albinus, otro radical en la apreciación apologista hacia el blanco, aunque Camper logró mayor reconocimiento, y este estudio de las formas del cráneo, llevó a crear la frenología en la que destaca como iniciador Franz J. Gall y según ella, las predisposiciones morales e intelectuales estaban determinadas por la forma del cráneo; apreciación que hoy cae en lo extravagante, pero en aquellos tiempos era una forma de psicología académica.
- En 1784, en Mainz, el cirujano Samuel Thomas von Sömmerring afirma que el hueso occipital de los africanos está más atrás que el de los europeos; insinuando que los africanos se hallan más cerca de los animales que de los humanos, con lo que sustentaba más bases al racismo "científico". Siguiendo esta vertiente pueden encontrarse tesis de lo más anecdóticas como la de Samuel Smith que atribuía diferencias entre los negros más claros del norte de Estados unidos y los sureños en términos de una fisiopatología de gracia folklórica. Otro médico y naturalista Louis-Jean-Marie Daubenton, colaborador de Buffon, estudió las diferencias de ubicación del hueso occipital y orientación espacial del rostro en hombres y animales con gran impacto para la antropología del siglo XIX.
- En 1775, un joven de veintidós años Johann Friedrich Blumenbach (1753-1840) publicó en Göttingen una tesis médica que recogía los conocimientos de entonces en materia de antropología física que tuvo tal suceso, que fue modificada, reeditada y traducida; allí compartía la posición monogenista de Buffon, amplió el análisis comparativo de el hombre y los animales, tanto las anatómicas y fisiológicas como las intelectuales y las relacionadas con las costumbres, asimilando las observaciones de Aristóteles en cuanto a la exclusividad del dedo pulgar, ausencia de hueso intermaxilar, dominio del lenguaje, fuego, expresión variada de emociones. Fue un gran aporte que apoyó la tesis de las diferencias raciales influidas por el ambiente y definió 5 razas suprimiendo el Homo ferus y el Homo monstruosus de Linneo. Sostuvo que cada sociedad define sus propios patrones de belleza y el cuerpo humano se amolda inclusive mediante artificios a esos criterios, defendía la igualdad física de las sociedades consideradas aún entonces salvajes que no tuvieron o el tiempo o la posibilidad de cultivar sus facultades y desarrollar sus culturas y en cambio poseían gran fantasía y fuerte memoria y habilidad física efectiva en el trabajo como lo corroboraban quienes tuvieron contacto con las culturas africanas. Afirma que la clasificación por rasgos físicos y capacidades intelectuales eran generalizaciones absurdas sin base científica. Su obra fue de las más sólidas y exhaustivas respetando métodos científicos y racionales con los conocimientos a su alcance, como para ser considerado uno de los padres de la antropología biológica; de paso rechazó la concepción racista cuando era tendencia predominante aceptada por mayoría de científicos y vulgo europeo. Casi al tiempo que Blumenbach, un médico militar escocés John Hunter, publicó en Edimburgo otra tesis doctoral que también defiende la postura de la especie única son sus variedades debida a factores externos.
- A fines del XIX George Morton funda la Escuela Americana de Antropología para defender las tesis poligenistas, en sus investigaciones con colecciones de cráneos humanos concluía que cada raza tenía una filogenia propia remontable a varios miles de años. Además el seno de esa escuela vio debates sobre la cuestión de la validez de la esclavitud, más allá de cuestiones alternas en los debates entre poligenistas y monogenistas, ambos estaban de acuerdo en la inferioridad de algunas razas, NO se discutía la validez de la aceptada superioridad racial. Otras sociedades científicas de la época, como la Sociedad Etnológica de París (1839), la Sociedad Etnológica de Londres (1843) y la también londinense Sociedad Antropológica (1863). Todas ellas eran definitivamente racistas en las tesis que defendían y difundían.
- En 1854 George R. Gliddon y Josiah Clark Nott escribieron, en Types of mankind, que las razas humanas eran especies distintas creadas separadamente y dotadas cada una de ellas de una naturaleza física y moral constante y sin desviaciones que sólo podía modificarse por hibridación.
- En 1859 Darwin publicó El origen de las especies en cuya obra recogería lo mejor de las teorías monogenista y poligenista; sus teorías evolutivas en la supervivencia del más apto en la larga evolución de un ancestro común hacia especies más favorecidas y la diversificación influida por el medio, transformarían ampliamente el debate científico y cultural de la época, pero sus apreciaciones peyorativas sobre algunas poblaciones aborígenes que observó en su travesía en el Beagle, a los cuales incluso los cuestionaría como pertenecientes al homo sapiens, fue tomado por los racistas como un fundamento a sus prejuicios y como justificante a sus actos. La influencia de su teoría, bajo su forma original o aplicado a la humanidad como Darwinismo social, alcanzó a personajes de célebre infamia, como el exterminador de indios americanos Theodore Rooselvelt, Friedrich Nietzsche con su “moral de señores” y “moral de esclavos” convenientemente interpretada para el vulgo, Benito Mussolini quien se justificó así en su ocupación de Etiopía y Adolfo Hitler en sus delirios patológicos. La ciencia se utilizó así, como instrumento distorsionado para intentar dar un tinte racional a los prejuicios raciales que persistieron y formaron modelos que persisten en la cultura de hoy. - Los trabajos de Mendel aportaron los conceptos de dominancia y recesividad que redescubrieron Hugo de Vries, Carl correns y Erich von tschermak en 1900 por separado y confirmado por sucesivos biólogos en el tiempo, los cuales llevarían mas luz al problema; el hallazgo inicial de los grupos sanguíneos a inicios del siglo XX por Karl Landsteiner, entusiasmó a los filósofos raciales en cuanto a un sustento de exclusividad, para posterior decepción de ellos, esos 4 grupos de sangre, incluyendo el posteriormente descubierto Rh, están presentes aunque en proporciones variables en todas las razas. La genética moderna, según la cual ciertos genes ordenan las propiedades serológicas de la sangre; así como el descubrimiento del mapa genético humano, le ha enrostrado lo absurdo al concepto biológico de las razas.
- Persiste la controversia si la humanización se dio en varios puntos del planeta; si la humanidad nació en una raza única que se diversificó con las influencias del medio ambiente en su disgregación o se crearon diversas razas desde el inicio en diversas procedencias. Tanto Darwin como mayoría de investigadores apoyan la monogénesis, en la que el hombre tiene un origen común y se distinguió en razas diferentes por modificaciones ambientales como cambio de la alimentación, clima, altas temperaturas, gran humedad, etc, que moldearían el aspecto físico (Se han demostrado variaciones corporales en poblaciones migradas, por ejemplo en el tamaño del cráneo en ambos sentidos de braquicéfalos a dolicocéfalos y viceversa). ¿Como se produjeron los caracteres especiales de las diversas razas? según los antropólogos todas las mayores probabilidades dicen que han sido adquiridos, por un camino o por otro, a través de las modificaciones del ambiente natural. Lo que apoya solidamente la tesis de las influencias externas sobre una probable unidad hereditaria de la raza. La raza no es invariable, hoy incluso artificialmente manipulándole genoma es posible modificarla; más allá de los usos al cual se llevaron algunas interpretaciones en extremo.
- La investigación no termina de dar veredictos en el estudio de razas y procesos de herencia, en grado para sustentar alguna teoría que explique el desarrollo de cualidades en la esfera psíquica cultural y más aún es difícil aplicarla al desarrollo histórico; lo que marcha insustentable y hasta podría interpretarse como signo decadente, es el intento de sustituir conceptos de valores por conceptos étnicos como sustitutos, como en la irracionalidad de masas que se dio en Alemania nacionalista. Los estudios desapasionados científicos no avalan las teorías raciales, los estudios de generaciones, entre biólogos y de antropólogos inclinan la balanza a favor de la influencia del medio en las características y comportamientos.

(II) LOS TEORICOS RACISTAS




- Mientras las discusiones en el campo de la ciencia, los doctrinarios racistas en Europa
empezaban a elaborar una teoría que intentaría justificar ideológicamente las barbaries en las tierras avasalladas. Debe entenderse que Europa noroccidental vivía una era de auge en todos los campos y se repartían vorazmente el mundo y necesitaba una oportuna teoría que justificase sus latrocinios y saqueos imperialistas de ese momento. Aunque en el seno de la misma Europa blanca, se intentaban imponer jerarquías de orgullo; en doctrinas difundidas en sus ámbitos vulgares y en el pseudo académico, Sajonistas, Celtistas y Teutonistas, trataban de glorificar las bondades en el pueblo anglo-americano, francés y alemán respectivamente, en una enfermiza competencia, en medio de ella, como dato curioso, un autor norteamericano, Homer Lea (1876-1912), en su The Day of Saxon (1912) llamaba a la "raza sajona" a aniquilar a la "raza teutónica" si quería asegurarse el dominio del mundo. Evidentemente la Europa latina, estaba al margen de esta carrera de orgullo racista, que llegaba al disparate de atribuirse logros ajenos como imputar a la mediterránea cultura grecorromana como hija de la emigración nórdica al sur, y exaltar en algún momento, una eventual llegada escandinava (intrascendente históricamente) a América como el primer y verdadero descubrimiento del nuevo mundo, antes que la gesta de tripulantes andaluces al mando de un marino italiano.
- El positivismo como filosofía de la ciencia de entonces y aceptada en toda Europa, vino a proporcionar al racismo una fundamentación filosófica que abonó a la aceptación de sus obras de cuestionable valor intelectual; como ejemplos, el sociólogo austriaco L. von Gumplowicz, otorgó papel central al tema racial en muchas de sus obras, como Die sociologische Staatsidee (1892) y Grundiss der Sociologie (1892) ; el importante pensador Max Weber, esperaba que el avance de las modernas ciencias biológicas explicaría en la raza, las diferencias económicas y culturales.
- La ideología determinista racista sostiene básicamente que la humanidad se divide en razas cuyos rasgos antropológicos y ciertas aptitudes y actitudes psicológicas, son innatas e inmutables, de transmisión hereditaria inmodificable a la descendencia al participar una pareja racial afín, sin papel influyente de las condiciones externas del medio, y en el centro de su concepción, la existencia de una jerarquía de razas, que se expresaba en términos apologísticos a la raza aria, destacando el papel de esta como estandarte en el avance de las culturas, cuando su pureza como requisito. Los pueblos sometidos pertenecían a razas “intrínsecamente” inferiores en cualidades mentales, morales o sociales, entendiendo la mezcla de razas como un proceso de degeneración de las razas “superiores”. Llevaron en sus sustentos particulares a interpretar la historia de las civilizaciones en términos biológicos, como una competencia perenne entre razas fuertes y débiles genéticamente inferiores a las otras. La decadencia de las grandes civilizaciones se explicaría por su "degeneración" por la mezcla de razas que comprometía la pureza de la sangre.
- Esta ideología registraba antecesores en Francia en Victor Courtet de l´Isle, y en especial Henri de Boulainvilliers, quien en trabajos publicados póstumamente afirmaba que la nobleza francesa procedía de la casta señorial de los conquistadores germánicos, por lo que merecía sus privilegios de nobleza ante el pueblo y el rey, con derecho a tener siempre en sus manos el gobierno del país; mientras que la gran masa de la burguesía y del campesinado, habían de ser considerados como descendientes de la raza subyugada de los celtas y los romanos. Los alemanes Carl G. Carus en ” Nueve Cartas sobre la Pintura de Paisajes” (1831) y Gustav F. Klem en “Allgemeines Kulturgeschichte der Menschheit” figuran entre los primeros autores que introducen el factor raza para interpretar la evolución de las culturas y la historia humana.
- En este contexto, sobresaldrá la figura del Conde Francés Joseph Arthur de Gobineau (1816-1882), Viajero, escritor y Diplomático. Durante la segunda república francesa, el ministro de asuntos exteriores Alexis de Tocqueville, le nombra su secretario particular y más tarde su jefe de gabinete. Es el padre histórico de estas tendencias (aunque los pretendidos fundamentos “científicos” datan del siglo XVIII con el surgimiento de la antropología, que nace tratando de estudiar al hombre en la historia natural), con resentimientos de la revolución y sus efectos, se decía que se inventó una genealogía legendaria, en la cual hacía remontar a sus ancestros hasta el pirata noruego Ottar Jarl. Edita la considerada Biblia racista “Essai sur l'inégalité des races humaines” (Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas) aparecido en 1853, con posteriores reediciones. La introducción su libro resume sus ideas: “toda civilización es el producto de la raza blanca, ninguna civilización podría existir sin la ayuda de esta raza…”. Su filosofía tenia raíces en la teoría racial liberal “científica” y positivista.
- Gobineau, valiéndose de esta concepción de la jerarquía de las razas, escribe una auténtica oda romántica a lo ario: los conquistadores y descendientes nórdicos con sus caracteres, que encarnaban la perfección espiritual y física, cuya inteligencia sobresaliente y fuerza de voluntad le dieron, por sí mismas, el papel tutorial en la historia, desde haber sometido a su dominio la población celto-romana en Francia. Explica incluso la revolución francesa en términos de una sublevación mestiza, una sublevación de la mezcla racial celtorromana que había vivido siempre en dependencia espiritual y económica, contra la casta dominadora franconormanda; Gobineau tomó la tesis del liderazgo racial y la extrapoló aplicándola a la entera historia humana, en toda gran cultura, atribuía incluso influencia aria en las civilizaciones chinas y egipcias.
- Basándose en una división del investigador francés Cuvier, distingue tres grandes unidades raciales: la raza blanca, la negra y la amarilla. Cada una de esas tres razas representa un ensayo especial de Dios en la producción del ser humano: Dios habría comenzado con el negro, y finalmente formó el blanco a su propia imagen. La humanidad que marcha a la decadencia, según Gobineau, está dividida por tanto en tres razas cada cual con sus defectos y virtudes, en el punto mas bajo de la escala, la raza negra, predestinada a la servidumbre, después la raza amarilla, apenas superior, y en la cumbre, la raza superior, la raza blanca, dotada de las más altas virtudes humanas: la premeditación, el sentido del orden, y la inteligencia, en ellas, superior en las otras dos. Es una raza noble en el mejor sentido, exaltando belleza física, virtudes psíquicas, espirituales, organizativas, con un impulso interior de conquistador, intrínseca solo a ella y ello le da la autoridad para históricamente fundar grandes estados y civilizaciones. Así distinguió diez grandes períodos culturales en la historia, que abarcan todas las épocas importantes de la civilización humana, ellas con determinante papel de la raza aria, e intentó explicar el ascenso y la decadencia de las grandes civilizaciones por la degeneración de la raza, es decir, de la raza de los amos; pues para él la gran masa de elementos inferiores que constituye la gran mayoría de todo Estado, sólo existe para ser gobernada en su bien por los conquistadores racialmente puros. La decadencia de un imperio y de una cultura se produce cuando afluye un gran caudal de sangre extraña en las filas de la casta dominadora. En esa descomposición interna de la noble raza encuentra su última y definitiva explicación la decadencia de todas las grandes culturas.
- El conde, decepcionado por la frialdad con que en su país se recibió su obra, sin el reconocimiento, ni prestigio literario que creía merecer, encontró un campo fértil entre la élite alemana (como se lo predijo Tocqueville) entre la cual ya existía un camino previo y activo de postulados filosóficos de carácter segregacionista en Schopenhauer, Nietzsche y Wagner; Gobineau, aún a cuestas de su insuficiencia científica, pero con mayor riqueza e imaginación en sus ideas que lo distinguió de sus afines y sucesores, lleva una gran influencia en el desarrollo del pensamiento racista a Alemania donde cultiva la amistad de un personaje clave para sus intereses; Richard Wagner y su esposa Cósima quien apreciaba de él, algunas facetas como su radical desprecio a la igualdad de los hombres. Wagner, artista de merecida y reverenda admiración en sus tiempos, un genio comprendido, el artista del siglo de entonces, fue un respaldo poderoso que le abrió muchas puertas, detalles más, detalles menos, básicamente compartían dicha doctrina, compartían la opinión del estado de decadencia de la humanidad, la desigualdad de las razas a favor de la supremacía aria en detrimento de las razas degeneradas; ya el Holocausto empezaba a germinar a nivel ideológico. Las relaciones con Wagner influyeron en la formación de la Sociedad Gobineau, y con el biógrafo, traductor y fundador del círculo Wagneriano, Ludwig Schemann, se encargaron de difundir su obra en el espíritu mas fiel de interpretación. El movimiento wagneriano apoyó incondicionalmente y logró para Gobineau la fama y reconocimiento.
- Su visión pesimista consistía en una inexorable degeneración de esa raza aria, expresada entre otras cosas, por la difusión de ideas revolucionarias, republicanas y democráticas (que solo el mestizaje clamaba) anunciaban el triunfo final del mestizaje y solo la monarquía con su carga de castas tenía en su esencia la capacidad de producir algo valioso a diferencia de la democracia que dependía de fuerzas externas y sin capacidad de crear trascendencia.
- Sus conceptos de nación, patria, que claramente diferenció de la raza, también lo distinguió de sus sucesores; todo lo que representara nacionalismo, democracia, lo expresó como manifestación semítica y con clara repugna, y trazó una clara frontera entre los estratos dirigentes de raza pura, y el mestizaje de las grandes masas hechas para ser gobernadas. Sus seguidores argumentaban que él tenía una noción personal idealista de una patria y como es de suponer, la igualdad de derechos humanos le sonaba blasfémico, tal como la revolución que contrariaba un orden divino.
- En la etapa del racionalismo, ilustrados como Turgot y Condorcet, propugnarán la superioridad europea en una conexión entre raza y cultura, y el historiador George L. Mosse definió al racismo como "el lado oscuro de la Ilustración”.
RICHARD WAGNER
- Aún desde antes de conocer a Gobineau , Wagner ya abrazaba la creencia de la degeneración racial explicando la decadencia humana que se expresaba en el incipiente capitalismo materialista y gustos por el arte de bajo nivel; Tomaba de Gobineau la desigualdad de razas en la humanidad, en las que mas nobles son dominantes, sin ventaja alguna en la mezcla de razas para alguna de ellas. La lectura de Gobineau en 1881, lo obliga a suspender momentáneamente la composición de Parsifal (cosa que solo haría alguna vez por influencia de su admirado Shopenhauer, pero a quién no llegó a conocer personalmente) para nutrirse de sus obras y escribir sus conclusiones. En septiembre 1881 Wagner termina su ‘Heroísmo y Cristianismo’ una obra nacida de la lectura de Gobineau, y se lo envía a éste, quien se muestra muy agradecido por esa deferencia, pese a las diferencias que muestran entre sus concepciones, después de ello Wagner reanuda Parsifal. Muchos ven en la idealización y exaltación del mundo ario presentado en sus obras operísticas, como una conclusión racista.
- Para Schopenhauer, las razas que basan su cosmovisión en el deseo y el placer, son siempre inferiores, las razas que desarrollan una filosofía del dolor y el mundo son las que aportan una conciencia moral elevada.
- En “heroísmo y cristianismo” exalta la superioridad moral aria, basada entre otras cosas en sus virtudes humanas y como el resto de razas implantaron una decadencia en las virtudes, aunque sin mostrarles sentimientos despectivos o de indiferencia. El particular talento de Wagner aportaba un tinte mas humano y daba un sentido MORAL a la raza, lo que no existía en Gobineau , Wagner no deseaba un racismo exclusivista y agresivo, por encima de la raza está el Hombre y un humanismo elevado de preceptos bondadosos inclusive como sustento de la supremacía, sumada a cualidades intelectuales.
- El circulo Wagneriano de Göttigen, fue fundado por Ludwig Schemann, y por recomendación de Cósima de Wagner, promovió a simpatizantes que difundieron la obra de Gobineau después de muerto éste, hasta crear un Círculo Gobineau en 1893: Las Gobineaus Vereinigung (G.V.) fundadas por Schemann y Wolzogen (otro wagneriano y director del círculo Bayreuther), tuvo también la adhesión de H. Stuart Chamberlain, yerno y admirador wagneriano. Así tradujeron al alemán los ‘Ensayos sobre la desigualdad de las razas humanas’ y extendieron la fama de Gobineau en Alemania.
- Los trabajos de Gobineau servirían como guía política, secundando la herencia artística del gran Wagner. Chamberlain y Hans von Wolzogen se harán miembros desde el inicio del partido nacionalista y divulgarán la posibilidad de regeneración por una política eugenésica y de conciencia racial para detener la decadencia por medio de una revolución política. Le seguirían en la posta con el mismo espíritu Houston Chamberlain, Albrecht Wirth, Eugen Kretzer, Otto Hauser, Woltmann, Günther, Clauss, Madison Grant, Rosenberg y muchos otros.
Houston Stuart Chamberlain

- Inglés continuador del pensamiento racista (en su obra Los fundamentos del siglo XIX de 1899) y en la difusión de teoría racial en Alemania y fuera de ella, de influencia mayor que Gobineau. Su obra tuvo amplio eco en la casta gobernante alemana incluyendo al emperador Guillermo II, de cuya simpatía disfrutaba, creándose un fondo especial para asegurar su difusión en bibliotecas y sectores sociales claves. Se dice que el emperador dormía de aburrimiento a las damas de la corte con lecturas de capítulos enteros de “Los Fundamentos”. Chamberlain nunca hubiese conceptuado algo sin conocer la obra del conde, tomó algunos elementos de Gobineau, aportándole un sentido de misticismo, sin énfasis en los rasgos antropológicos o idioma; la raza y su esencia en sí es para él, la fuente de las virtudes. Para los alemanes, unificados en 1870 y convirtiéndose en potencia, sonaba seductor.
- Igual que su antecesor, ve influencia germánica en cada gran periodo cultural humano, incluyendo sangre aria en Jesucristo. Rotundamente los germanos son la casta nata dueños de una naturaleza de cualidades en todo sentido que les destina a ser amos del mundo y así han jugado ese papel en otros pueblos no germánicos (franceses, italianos, españoles, rusos, etc) y gracias a ello se desarrollaron culturas, incluyendo en las grandes culturas de oriente, y les llegó el ocaso a causa de mezclas con razas inferiores que doblegó una casta dominante a la decadencia. No faltaba el elemento extravagante en sus ideas, como el aplicar resultados de cruces de ganado a la humanidad, como que los niños germánicos sin prejuicios culturales adquiridos aún, sienten instintivamente la presencia de niños judíos cerca; que los judíos sefarditas de origen español por ser de origen godo, parte del tronco germánico, merecían alguna consideración.
- Mientras para Gobineau las virtudes de la raza noble son un don desde el inicio de la humanidad, se trasmiten por herencia, las cuales se degeneraron por el cruce con las otras 2 razas en los tiempos, lo que era razón de su pesimismo de cara al futuro, de allí partía su aversión por el sentido de patria que le parecía una invención astuta del espíritu semítico. Más bien Chamberlain, informado de las teorías darwinianas, veía la raza como producto evolutivo en la selección natural más que como punto de partida, creía en la posibilidad de crear una raza noble y educar a la nación para la pureza racial con la sumisión de otros pueblos comparsas, al orgullo de la raza soberana. Coinciden con Gobineau en su desacuerdo con ideas liberales y democráticas las que tildan de amenazantes contra sus doctrinas.
Ludwig Woltmann
- Un ex marxista y ex socialdemócrata, que dejó la lucha de clases y se convirtió a la lucha de razas, tratando de demostrar postulados de Gobineau y Chamberlain y así investigó cantidad de detalles y retratos históricos con los que concluyó que todas las personalidades destacadas en la historia cultural de Francia e Italia en el renacimiento han sido de procedencia germánica según sus caracteres físicos; llevó sus apreciaciones subjetivas al límite hasta un éxtasis particular; es evidente cual es la validez de una investigación basada en retratos artísticos que puede ofrecer una amplia gama de arbitrariedades de interpretación. Hasta en el análisis de personajes alemanes de la alta cultura, puede interpretarse como de rasgos parcialmente nórdicos, mas no exclusivamente nórdicos en amplia mayoría, como lo observó Max van Gruber: Ni Federico el Grande, e1 barón von Stein, Bismarck; Lutero, Melanchton, Leibnitz, Kant, Schopenhauer, Liebig, Julius Robert Mayer, Helmholtz, Schiller, Durero, Menzel y Feuerbach, Bach, Gluck, Hyden hasta Brukner. Todos eran mestizos; en igual sentido en Italia Miguel Angel y galileo distaban de ser nórdicos puros. Sus cualidades nórdicas se sumaron a las provenientes de otras vertientes de la humanidad para producir un crisol de cualidades.
- Llega a atribuir Wolkmann a las personalidades claramente mestizas (Dante, Rafael, Lutero y otros) su parte genial a la parte heredada de la raza germánica (con la misma ligereza que podría atribuirse esas virtudes a su parte alpina u oriental); en cualquier caso es hasta hoy difícil establecer científicamente la influencia de la raza en las cualidades psíquicas del hombre y fundamentar esa influencia.
Hans Gunther
- Representante moderno en el siglo XX del pensamiento racista con numerosos escritos, y especialmente su Rassenkunde des deutschen Volkes, de amplia difusión y que sumó esfuerzos por dar sustentos científicos, que al final no pueden dar veredictos académicos concluyentes y vuelve a plano y el valor de los escritos de Gobineau y Chamberlain que basan en sus fervientes anhelos.
- Para Gúnther, el ideal es la raza nórdica antes que la aria que exaltó Gobineau, y que la germana que elogió Chamberlain; además amplía el abanico taxonómico y divisorio de razas, sin más valor que el relativo y se apoya en modernas teorías de un neo-mendelismo, con presunciones que no han pasado de ser hipotéticas. Así descarta las influencias externas en los caracteres hereditarios y más bien los explica en los cruzamientos. Ese descarte radical de un factor tan poderoso como el ambiental social a favor de un designio inexorable prefijado desde antes de nacer, coloca sus ideas como casi todas sus antecesoras casi en el nivel de sofismas inconsistentes nacidas en suposiciones improbables en el campo de la ciencia, historia y la sociología.
Thomas Carlyle
- Famoso por sus aportes en Economía a la que calificó con el término “ciencia funesta”, que se pensó hacia referencia a las predicciones de Malthus; en realidad atacaba así las ideas de Adam Smith, John Stuart Mill y otros del libre mercado y el Gobierno, por sus creencias en la igualdad fundamental del hombre y por su oposición a la esclavitud y que asumían que todo el mundo es igual y que todos merecen igualmente la libertad; Aspectos dentro de la doctrina económica que era ofensivo para un racista como él, lo que lo llevó a dar ese calificativo; Hacía referencias en términos despectivos hacia la raza negra, que suponía fueron creados para servir al blanco y necesitaban tutela de los blancos dotados de la virtud benéfica; esa aversión hacia la economía por sus principios de igualdad era compartido por el muy navideño Charles Dickens quien compartía las posiciones de Carlyle en lo relacionado con la esclavitud y con los negros.
- Carlos Marx condenaba los delirios teóricos de gobineau en su exaltación aria, aunque el propio Marx secundado en su discípulo Engels, dejaba ver su vena racista en algunos detalles, como en su complacencia de la anexión norteamericana de California a los “vagos mexicanos”, en una carta que dirigió en de julio de 1862 a Engels, Marx se refería a su rival político Ferdinand Lassalle con sus rasgos de negros de Egipto. Puede uno encontrarse con gran parte de las ideas de Marx en un libro escrito por el ex comunista Nathaniel Weyl y titulado Karl Marx, Racist (1979). Marx era racista y muy antisemita.
- Marx, Engels, Carlyle y Dickens, todos ellos compartían una creencia inmemorial que ha prevalecido hasta nuestros días: algunas personas están dotadas de una sabiduría y una inteligencia sobresalientes y tienen por cometido y el derecho de imponerlas a las masas por la fuerza.
- Otros pintorescos puntos de vista más radicales y subrepticios, propugnan que la desigualdad de razas se enmarca en el curso natural de la conflictiva existencia humana; y que el mestizaje ha llevado a inestabilidad anárquica a los estados donde esta predomina, a diferencia de estados con homogeneidad racial con una mejor impresión de estabilidad a los cuales la integración racial la conduciría a eso, cuestionamientos a la creatividad de la raza amarilla o a la imputabilidad de gobernarse de la raza negra dueña de otras cualidades menos alturadas, el uso de términos para calificar individuos presentes en todas las razas como “desecho biológico” subdividida en “espuma” (intelectuales que cultivan tendencias destructivas como el comunismo) y “hez” (definitivamente sin dote alguna: asociales y criminales) y ven el todas las manifestaciones decadentes de la sociedad un complot contra la raza aria, como en el maoísmo una mimetización amarillenta para imponerse, hasta el punto de proponer devolver razas a sus tierras afines donde homogeneizarse

(III) REFLEXIONES ANTE EL RACISMO



- Estas etapas de cebados teóricos y de odios,incitaron en la modernidad los pogromos, el holocausto, el surgimiento del Klu Klux Klan e institucionalizaron y legalizaron el racismo en algunos lugares; así se mantuvo en los EEUU hasta los años sesenta del siglo XX, donde las de ideas de discriminación, eran compartidas por grupos radicales políticos, instituciones académicas y médicas, como lo describió el autor Stephan Kühl en su libro The Nazi Connection. Eugenics, American Racism and German National Socialism de 1995 en que destaca lazos entre los teóricos y científicos racistas nazis alemanes y sus colegas norteamericanos; el Apertheid que segregó radicalmente aspectos de la vida de poblaciones negras, mestizas, indias y blancas a favor de ésta última que detentaba el poder siendo minoría, atribuyendo una raza reglamentariamente al nacer a todo sudafricano, aún con las reformas, el acceso de gran mayoría de la población negra a la representación en el gobierno, educación superior, empleo, servicios públicos, etc, sigue siendo limitado. La “sharia”, una práctica de los estados musulmanes que impone a otras comunidades, la propia ley religiosa con sus consecuentes efectos en la vida diaria. Esta ideología solo duerme y por momentos convulsiona, es un fenómeno fuertemente extendido también en países de fuerte inmigración donde se observa un racismo espontáneo de los habitantes del país respecto a los extranjeros de origen étnico no afín, manteniendo latente expresiones de xenofobia con matices violentos en no pocos casos.
- La Iglesia, sea por motivos de convenir en su convivencia con las monarquías colonialistas ó indiferencia, toleró por años el comercio de mercancía humana, hasta donde el pudor se lo enrostró y empezaron a llegar los primeros documentos papales al respecto; Pablo III en su Bula sublimis Deus, Urbano VIII, Bartolomé de las Casas y los grandes teòlogos y juristas españoles Francisco de Vitoria y Francisco Suárez, sentando las bases de la futura declaración universal de igualdad de Derechos humanos, pero en el nuevo mundo la iglesia no tenía la suficiente fuerza e independencia del patronato. León XIII (In plurimis) continúa en esa tendencia crítica; Pío XI (en Mit brennender Sorge) condenó en 1938 la ideología nazi, incluyendo normas y sugerencias formales para desmitificar las doctrinas racistas nazis en la enseñanza Académica de teología, la muerte lo sorprende antes de culminar otra encíclica sobre igualdad del género humano condenando racismo y antisemitismo; Pío XII en la misma línea en su encíclica Summi Pontificatus, pero más se recuerda su tibieza en los años de la segunda guerra mundial que le tocó vivir al frente de la iglesia, Juan Pablo II en Camerún en 1985 reconoce el papel del mundo cristiano en la trata de esclavos.
- Las tesis racistas con sus derivaciones (nordicismo, teutonismo, sajonismo, celtismo, etc) con su prédica de la superioridad blanca, escapan a lo racional, no sobreviven al análisis frío y desapasionado de las disciplinas autorizadas de la ciencia moderna, como las revistas New england Journal of medicine ó Nature genetics que descalifican la base biológica de las razas, American Anthropological Association afirma “que el concepto de raza es una ficción social y cultural improbable científicamente. Las poblaciones humanas no son inequívocas, o grupos claramente demarcados, y biológicamente distintos. El concepto de raza no tiene validez en la especie humana”
- La Genética de poblaciones llega a la apabullante conclusión de que no hay fundamento científico alguno para clasificar a los seres humanos en razas, ya que la diversidad genética, bioquímica y sanguínea entre individuos de una misma "raza" es incluso mayor que la que existe entre "razas" consideradas distintas, existen más variaciones genéticas intragrupales que intergrupal, diferente de la plasticidad fenotípica debido a factores medioambientales; las variaciones genotípicas y fenotípicas se afectan por la selección natural, migración, deriva genética; lo que lleva a recapitular el concepto de raza. Los factores biológicos en los que se basa el concepto científico de raza serían sólo externos, mientras que los datos aportados por las nuevas técnicas de biología molecular (análisis de los árboles filogenéticos, de los polimorfismos nucleares y del ADN mitocondrial) muestran un panorama completamente distinto, donde la noción de raza es irrelevante; hoy sabemos que si existen razas y clases es puramente como categorías descriptivas, como describir trajes de colores. La información genética que determina los rasgos como color de piel, ojos, tipo de cabello, utilizados para calificar en razas, se distribuye con frecuencia gradualmente creciente o decreciente entre regiones, distribuciones llamadas CLINAS, como ocurre con los pliegues epicánticos en su distribución por Asia, estas Clinas, son fruto del flujo de genes y la selección, no concuerdan con prototipos de raza pura. Los estudios de población y genética, no avalan una división en unas cuantas grandes razas, ni se puede afirmar que las clinas nacieron de una hibridación entre supuestas razas puras antiguas, sino indican existencia de frecuencias génicas constantemente cambiantes que son resultado de la selección natural, mutación, el flujo y deriva de genes. Entonces, la noción de raza propuesta por la taxonomía y antropología, no concuerda a nivel molecular ¿Hay razas o no hay razas? ¿Hay que tener en cuenta las diferencias fisiológicas externas, o las biomoleculares? Los científicos no se ponen de acuerdo, Pero es la base científica del racismo la que esta inmersa de cuestionamientos. - En el campo de las ciencias sociales, el determinismo racial dejó su huella en la construcción de la idea de la supremacía blanca, en inicio para justificar actos coincidentes en el tiempo, de trata de esclavos, conquistas, como bandera política y aunque la esclavitud, el antisemitismo y otros fenómenos de discriminación, existieron de antes de la época colonialista, fue en esta época de descubrimientos que se forjó la idea de una inferioridad biológica innata de los pueblos no blancos. Llegaron a la fraudulenta tesis de atribuir la grandeza de las civilizaciones históricas a la raza aria, inmiscuyendo oníricamente esa vertiente en la cultura china que fue vanguardia cultural, científica y técnica por milenios; en las portentosas obras expresadas en las grandes murallas, las pirámides en Egipto, Yucatán, el Tah majal, a las que se les pretendió dotar de influencia blanca ó europea en algún sentido; cuando los pueblos germanos pasaron siglos en una vida bucólica sin dar muestras de algún genio creador, mientras simultáneamente junto al mediterráneo florecían trascendentes civilizaciones; su origen nórdico tan invocado, no implica motivo de orgullo en esas horas, la estirpe vikinga no se caracterizó por algún aporte relevante a la humanidad, hasta en el apasionado arte de la guerra que cultivaron, fueron superados por los mongoles, quienes tuvieron la capacidad de formar un vasto imperio, conquistando en su camino, la inmensa nación china; la sangre latina representada por españoles y portugueses, también de poco aprecio en el apogeo racista llegaron más lejos en el dominio del mar, llegando antes a la indias orientales, china y el nuevo mundo, construyendo en el caso de España un imperio más duradero que el británico; el pueblo árabe conoció años de esplendor en todo sentido en un espacio geográfico desde los pirineos y Asia central, dotándola de una civilización que dejó conocimientos de valía a la humanidad, con una creación espiritual propia expandida de costa a costa, mientras el apogeo filosófico racial sustentaba saqueos ultramarinos. Pueblos que si bien conocieron la decadencia en el siglo XIX, dejaron una huella histórica cuando los germánicos vegetaban sin manifestaciones creativas en grado o voluntad de dominio imperial en esos siglos y recién se unificaron en el XIX. El nacionalismo alemán estaba impregnado de racismo desde antes de la desquiciada era hitleriana, aunque ni siquiera el pueblo alemán podía ser definido como una raza; Según los criterios taxonómicos raciales entonces vigentes, en la emergente y nacionalista sociedad alemana, una parte del pueblo alemán, la que habitaba en la parte central y septentrional del país podía ser considerada como miembro de la raza nórdica, el elemento prusiano tomado como referente, si bien alemán en su cultura, tenía estirpe tanto eslava como germana; los alemanes del sur correspondían a la raza alpina, al este del Elba y siguiendo el Danubio, tanto Polonia, Checoslovaquia, Eslovenia, Croacia dejaron su aporte al crisol alemán en la cantidad de apellidos polacos en ese sector geográfico y en los germano austriacos con sus raíces esloveno o serbocroata, muchos de estos, como los polacos, eran poco estimados; Alemania conoció su auge cultural, científico y económico recién a finales del XIX y el siglo XX, ejerciendo inusitada influencia en Europa que ésta llegó a pensar que dicho empuje se debía al aporte del don germánico, no sólo llegó a pensar así el vulgo, en España, Ortega y Gasset llegaba a afirmar que la decadencia española se debió al desafortunado casual de haberse tocado en suerte con la invasión de la parte germana mas contaminada con roma, expresada en los Visigodos (aún así, de ningún aporte portentoso a su cultura a diferencia del esplendor de la España románica) a diferencia de los francos, esos germanos vigorosos que asentaron en la Galias (aunque Francia nunca pudo equiparar su imperio al español). Así llegó a pensar Europa en una Teutomanía irreflexiva.
- Hoy, tan solo el sentido común puede desgarrar las tesis racistas, también observamos otras expresiones irracionales del pasado histórico con una sonrisa piadosa, pero la invitación a la reflexión colectiva está en cada línea de ellas, buscar entender aún situándose en ese escenario, como esta doctrina extremista fue capaz de guiar el pensamiento de gran parte de Europa en sus instintos, razonamientos del vulgo, estamentos académicos y gobiernos. Tal como Marx creyó que las clases y sus luchas eran los motores de la historia, Gobineau afirmó que eran las razas y sus luchas; al final terminan como creencias de fé y de dogmas antes que ciencias, se desbarataron con todas sus predicciones y augurios fallidos, finalmente ambos condujeron a episodios trágicos en la humanidad que cayó bajo sus influencias y llenaron crónicas de sangre.Aunque actualmente proscrita en proclamas idealistas y oficiales, desautorizada científicamente, desterrada moralmente; esta tendencia no esta desaparecida, mantiene latente su potencial criminal de exaltación solapada sutilmente ó hiberna en conciencias y culturas esperando su masa crítica para desencadenar una reacción en cadena en esa humanidad que se resiste a evolucionar dejando atrás sus taras congénitas.