miércoles, 24 de septiembre de 2008

(II) LOS TEORICOS RACISTAS




- Mientras las discusiones en el campo de la ciencia, los doctrinarios racistas en Europa
empezaban a elaborar una teoría que intentaría justificar ideológicamente las barbaries en las tierras avasalladas. Debe entenderse que Europa noroccidental vivía una era de auge en todos los campos y se repartían vorazmente el mundo y necesitaba una oportuna teoría que justificase sus latrocinios y saqueos imperialistas de ese momento. Aunque en el seno de la misma Europa blanca, se intentaban imponer jerarquías de orgullo; en doctrinas difundidas en sus ámbitos vulgares y en el pseudo académico, Sajonistas, Celtistas y Teutonistas, trataban de glorificar las bondades en el pueblo anglo-americano, francés y alemán respectivamente, en una enfermiza competencia, en medio de ella, como dato curioso, un autor norteamericano, Homer Lea (1876-1912), en su The Day of Saxon (1912) llamaba a la "raza sajona" a aniquilar a la "raza teutónica" si quería asegurarse el dominio del mundo. Evidentemente la Europa latina, estaba al margen de esta carrera de orgullo racista, que llegaba al disparate de atribuirse logros ajenos como imputar a la mediterránea cultura grecorromana como hija de la emigración nórdica al sur, y exaltar en algún momento, una eventual llegada escandinava (intrascendente históricamente) a América como el primer y verdadero descubrimiento del nuevo mundo, antes que la gesta de tripulantes andaluces al mando de un marino italiano.
- El positivismo como filosofía de la ciencia de entonces y aceptada en toda Europa, vino a proporcionar al racismo una fundamentación filosófica que abonó a la aceptación de sus obras de cuestionable valor intelectual; como ejemplos, el sociólogo austriaco L. von Gumplowicz, otorgó papel central al tema racial en muchas de sus obras, como Die sociologische Staatsidee (1892) y Grundiss der Sociologie (1892) ; el importante pensador Max Weber, esperaba que el avance de las modernas ciencias biológicas explicaría en la raza, las diferencias económicas y culturales.
- La ideología determinista racista sostiene básicamente que la humanidad se divide en razas cuyos rasgos antropológicos y ciertas aptitudes y actitudes psicológicas, son innatas e inmutables, de transmisión hereditaria inmodificable a la descendencia al participar una pareja racial afín, sin papel influyente de las condiciones externas del medio, y en el centro de su concepción, la existencia de una jerarquía de razas, que se expresaba en términos apologísticos a la raza aria, destacando el papel de esta como estandarte en el avance de las culturas, cuando su pureza como requisito. Los pueblos sometidos pertenecían a razas “intrínsecamente” inferiores en cualidades mentales, morales o sociales, entendiendo la mezcla de razas como un proceso de degeneración de las razas “superiores”. Llevaron en sus sustentos particulares a interpretar la historia de las civilizaciones en términos biológicos, como una competencia perenne entre razas fuertes y débiles genéticamente inferiores a las otras. La decadencia de las grandes civilizaciones se explicaría por su "degeneración" por la mezcla de razas que comprometía la pureza de la sangre.
- Esta ideología registraba antecesores en Francia en Victor Courtet de l´Isle, y en especial Henri de Boulainvilliers, quien en trabajos publicados póstumamente afirmaba que la nobleza francesa procedía de la casta señorial de los conquistadores germánicos, por lo que merecía sus privilegios de nobleza ante el pueblo y el rey, con derecho a tener siempre en sus manos el gobierno del país; mientras que la gran masa de la burguesía y del campesinado, habían de ser considerados como descendientes de la raza subyugada de los celtas y los romanos. Los alemanes Carl G. Carus en ” Nueve Cartas sobre la Pintura de Paisajes” (1831) y Gustav F. Klem en “Allgemeines Kulturgeschichte der Menschheit” figuran entre los primeros autores que introducen el factor raza para interpretar la evolución de las culturas y la historia humana.
- En este contexto, sobresaldrá la figura del Conde Francés Joseph Arthur de Gobineau (1816-1882), Viajero, escritor y Diplomático. Durante la segunda república francesa, el ministro de asuntos exteriores Alexis de Tocqueville, le nombra su secretario particular y más tarde su jefe de gabinete. Es el padre histórico de estas tendencias (aunque los pretendidos fundamentos “científicos” datan del siglo XVIII con el surgimiento de la antropología, que nace tratando de estudiar al hombre en la historia natural), con resentimientos de la revolución y sus efectos, se decía que se inventó una genealogía legendaria, en la cual hacía remontar a sus ancestros hasta el pirata noruego Ottar Jarl. Edita la considerada Biblia racista “Essai sur l'inégalité des races humaines” (Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas) aparecido en 1853, con posteriores reediciones. La introducción su libro resume sus ideas: “toda civilización es el producto de la raza blanca, ninguna civilización podría existir sin la ayuda de esta raza…”. Su filosofía tenia raíces en la teoría racial liberal “científica” y positivista.
- Gobineau, valiéndose de esta concepción de la jerarquía de las razas, escribe una auténtica oda romántica a lo ario: los conquistadores y descendientes nórdicos con sus caracteres, que encarnaban la perfección espiritual y física, cuya inteligencia sobresaliente y fuerza de voluntad le dieron, por sí mismas, el papel tutorial en la historia, desde haber sometido a su dominio la población celto-romana en Francia. Explica incluso la revolución francesa en términos de una sublevación mestiza, una sublevación de la mezcla racial celtorromana que había vivido siempre en dependencia espiritual y económica, contra la casta dominadora franconormanda; Gobineau tomó la tesis del liderazgo racial y la extrapoló aplicándola a la entera historia humana, en toda gran cultura, atribuía incluso influencia aria en las civilizaciones chinas y egipcias.
- Basándose en una división del investigador francés Cuvier, distingue tres grandes unidades raciales: la raza blanca, la negra y la amarilla. Cada una de esas tres razas representa un ensayo especial de Dios en la producción del ser humano: Dios habría comenzado con el negro, y finalmente formó el blanco a su propia imagen. La humanidad que marcha a la decadencia, según Gobineau, está dividida por tanto en tres razas cada cual con sus defectos y virtudes, en el punto mas bajo de la escala, la raza negra, predestinada a la servidumbre, después la raza amarilla, apenas superior, y en la cumbre, la raza superior, la raza blanca, dotada de las más altas virtudes humanas: la premeditación, el sentido del orden, y la inteligencia, en ellas, superior en las otras dos. Es una raza noble en el mejor sentido, exaltando belleza física, virtudes psíquicas, espirituales, organizativas, con un impulso interior de conquistador, intrínseca solo a ella y ello le da la autoridad para históricamente fundar grandes estados y civilizaciones. Así distinguió diez grandes períodos culturales en la historia, que abarcan todas las épocas importantes de la civilización humana, ellas con determinante papel de la raza aria, e intentó explicar el ascenso y la decadencia de las grandes civilizaciones por la degeneración de la raza, es decir, de la raza de los amos; pues para él la gran masa de elementos inferiores que constituye la gran mayoría de todo Estado, sólo existe para ser gobernada en su bien por los conquistadores racialmente puros. La decadencia de un imperio y de una cultura se produce cuando afluye un gran caudal de sangre extraña en las filas de la casta dominadora. En esa descomposición interna de la noble raza encuentra su última y definitiva explicación la decadencia de todas las grandes culturas.
- El conde, decepcionado por la frialdad con que en su país se recibió su obra, sin el reconocimiento, ni prestigio literario que creía merecer, encontró un campo fértil entre la élite alemana (como se lo predijo Tocqueville) entre la cual ya existía un camino previo y activo de postulados filosóficos de carácter segregacionista en Schopenhauer, Nietzsche y Wagner; Gobineau, aún a cuestas de su insuficiencia científica, pero con mayor riqueza e imaginación en sus ideas que lo distinguió de sus afines y sucesores, lleva una gran influencia en el desarrollo del pensamiento racista a Alemania donde cultiva la amistad de un personaje clave para sus intereses; Richard Wagner y su esposa Cósima quien apreciaba de él, algunas facetas como su radical desprecio a la igualdad de los hombres. Wagner, artista de merecida y reverenda admiración en sus tiempos, un genio comprendido, el artista del siglo de entonces, fue un respaldo poderoso que le abrió muchas puertas, detalles más, detalles menos, básicamente compartían dicha doctrina, compartían la opinión del estado de decadencia de la humanidad, la desigualdad de las razas a favor de la supremacía aria en detrimento de las razas degeneradas; ya el Holocausto empezaba a germinar a nivel ideológico. Las relaciones con Wagner influyeron en la formación de la Sociedad Gobineau, y con el biógrafo, traductor y fundador del círculo Wagneriano, Ludwig Schemann, se encargaron de difundir su obra en el espíritu mas fiel de interpretación. El movimiento wagneriano apoyó incondicionalmente y logró para Gobineau la fama y reconocimiento.
- Su visión pesimista consistía en una inexorable degeneración de esa raza aria, expresada entre otras cosas, por la difusión de ideas revolucionarias, republicanas y democráticas (que solo el mestizaje clamaba) anunciaban el triunfo final del mestizaje y solo la monarquía con su carga de castas tenía en su esencia la capacidad de producir algo valioso a diferencia de la democracia que dependía de fuerzas externas y sin capacidad de crear trascendencia.
- Sus conceptos de nación, patria, que claramente diferenció de la raza, también lo distinguió de sus sucesores; todo lo que representara nacionalismo, democracia, lo expresó como manifestación semítica y con clara repugna, y trazó una clara frontera entre los estratos dirigentes de raza pura, y el mestizaje de las grandes masas hechas para ser gobernadas. Sus seguidores argumentaban que él tenía una noción personal idealista de una patria y como es de suponer, la igualdad de derechos humanos le sonaba blasfémico, tal como la revolución que contrariaba un orden divino.
- En la etapa del racionalismo, ilustrados como Turgot y Condorcet, propugnarán la superioridad europea en una conexión entre raza y cultura, y el historiador George L. Mosse definió al racismo como "el lado oscuro de la Ilustración”.
RICHARD WAGNER
- Aún desde antes de conocer a Gobineau , Wagner ya abrazaba la creencia de la degeneración racial explicando la decadencia humana que se expresaba en el incipiente capitalismo materialista y gustos por el arte de bajo nivel; Tomaba de Gobineau la desigualdad de razas en la humanidad, en las que mas nobles son dominantes, sin ventaja alguna en la mezcla de razas para alguna de ellas. La lectura de Gobineau en 1881, lo obliga a suspender momentáneamente la composición de Parsifal (cosa que solo haría alguna vez por influencia de su admirado Shopenhauer, pero a quién no llegó a conocer personalmente) para nutrirse de sus obras y escribir sus conclusiones. En septiembre 1881 Wagner termina su ‘Heroísmo y Cristianismo’ una obra nacida de la lectura de Gobineau, y se lo envía a éste, quien se muestra muy agradecido por esa deferencia, pese a las diferencias que muestran entre sus concepciones, después de ello Wagner reanuda Parsifal. Muchos ven en la idealización y exaltación del mundo ario presentado en sus obras operísticas, como una conclusión racista.
- Para Schopenhauer, las razas que basan su cosmovisión en el deseo y el placer, son siempre inferiores, las razas que desarrollan una filosofía del dolor y el mundo son las que aportan una conciencia moral elevada.
- En “heroísmo y cristianismo” exalta la superioridad moral aria, basada entre otras cosas en sus virtudes humanas y como el resto de razas implantaron una decadencia en las virtudes, aunque sin mostrarles sentimientos despectivos o de indiferencia. El particular talento de Wagner aportaba un tinte mas humano y daba un sentido MORAL a la raza, lo que no existía en Gobineau , Wagner no deseaba un racismo exclusivista y agresivo, por encima de la raza está el Hombre y un humanismo elevado de preceptos bondadosos inclusive como sustento de la supremacía, sumada a cualidades intelectuales.
- El circulo Wagneriano de Göttigen, fue fundado por Ludwig Schemann, y por recomendación de Cósima de Wagner, promovió a simpatizantes que difundieron la obra de Gobineau después de muerto éste, hasta crear un Círculo Gobineau en 1893: Las Gobineaus Vereinigung (G.V.) fundadas por Schemann y Wolzogen (otro wagneriano y director del círculo Bayreuther), tuvo también la adhesión de H. Stuart Chamberlain, yerno y admirador wagneriano. Así tradujeron al alemán los ‘Ensayos sobre la desigualdad de las razas humanas’ y extendieron la fama de Gobineau en Alemania.
- Los trabajos de Gobineau servirían como guía política, secundando la herencia artística del gran Wagner. Chamberlain y Hans von Wolzogen se harán miembros desde el inicio del partido nacionalista y divulgarán la posibilidad de regeneración por una política eugenésica y de conciencia racial para detener la decadencia por medio de una revolución política. Le seguirían en la posta con el mismo espíritu Houston Chamberlain, Albrecht Wirth, Eugen Kretzer, Otto Hauser, Woltmann, Günther, Clauss, Madison Grant, Rosenberg y muchos otros.
Houston Stuart Chamberlain

- Inglés continuador del pensamiento racista (en su obra Los fundamentos del siglo XIX de 1899) y en la difusión de teoría racial en Alemania y fuera de ella, de influencia mayor que Gobineau. Su obra tuvo amplio eco en la casta gobernante alemana incluyendo al emperador Guillermo II, de cuya simpatía disfrutaba, creándose un fondo especial para asegurar su difusión en bibliotecas y sectores sociales claves. Se dice que el emperador dormía de aburrimiento a las damas de la corte con lecturas de capítulos enteros de “Los Fundamentos”. Chamberlain nunca hubiese conceptuado algo sin conocer la obra del conde, tomó algunos elementos de Gobineau, aportándole un sentido de misticismo, sin énfasis en los rasgos antropológicos o idioma; la raza y su esencia en sí es para él, la fuente de las virtudes. Para los alemanes, unificados en 1870 y convirtiéndose en potencia, sonaba seductor.
- Igual que su antecesor, ve influencia germánica en cada gran periodo cultural humano, incluyendo sangre aria en Jesucristo. Rotundamente los germanos son la casta nata dueños de una naturaleza de cualidades en todo sentido que les destina a ser amos del mundo y así han jugado ese papel en otros pueblos no germánicos (franceses, italianos, españoles, rusos, etc) y gracias a ello se desarrollaron culturas, incluyendo en las grandes culturas de oriente, y les llegó el ocaso a causa de mezclas con razas inferiores que doblegó una casta dominante a la decadencia. No faltaba el elemento extravagante en sus ideas, como el aplicar resultados de cruces de ganado a la humanidad, como que los niños germánicos sin prejuicios culturales adquiridos aún, sienten instintivamente la presencia de niños judíos cerca; que los judíos sefarditas de origen español por ser de origen godo, parte del tronco germánico, merecían alguna consideración.
- Mientras para Gobineau las virtudes de la raza noble son un don desde el inicio de la humanidad, se trasmiten por herencia, las cuales se degeneraron por el cruce con las otras 2 razas en los tiempos, lo que era razón de su pesimismo de cara al futuro, de allí partía su aversión por el sentido de patria que le parecía una invención astuta del espíritu semítico. Más bien Chamberlain, informado de las teorías darwinianas, veía la raza como producto evolutivo en la selección natural más que como punto de partida, creía en la posibilidad de crear una raza noble y educar a la nación para la pureza racial con la sumisión de otros pueblos comparsas, al orgullo de la raza soberana. Coinciden con Gobineau en su desacuerdo con ideas liberales y democráticas las que tildan de amenazantes contra sus doctrinas.
Ludwig Woltmann
- Un ex marxista y ex socialdemócrata, que dejó la lucha de clases y se convirtió a la lucha de razas, tratando de demostrar postulados de Gobineau y Chamberlain y así investigó cantidad de detalles y retratos históricos con los que concluyó que todas las personalidades destacadas en la historia cultural de Francia e Italia en el renacimiento han sido de procedencia germánica según sus caracteres físicos; llevó sus apreciaciones subjetivas al límite hasta un éxtasis particular; es evidente cual es la validez de una investigación basada en retratos artísticos que puede ofrecer una amplia gama de arbitrariedades de interpretación. Hasta en el análisis de personajes alemanes de la alta cultura, puede interpretarse como de rasgos parcialmente nórdicos, mas no exclusivamente nórdicos en amplia mayoría, como lo observó Max van Gruber: Ni Federico el Grande, e1 barón von Stein, Bismarck; Lutero, Melanchton, Leibnitz, Kant, Schopenhauer, Liebig, Julius Robert Mayer, Helmholtz, Schiller, Durero, Menzel y Feuerbach, Bach, Gluck, Hyden hasta Brukner. Todos eran mestizos; en igual sentido en Italia Miguel Angel y galileo distaban de ser nórdicos puros. Sus cualidades nórdicas se sumaron a las provenientes de otras vertientes de la humanidad para producir un crisol de cualidades.
- Llega a atribuir Wolkmann a las personalidades claramente mestizas (Dante, Rafael, Lutero y otros) su parte genial a la parte heredada de la raza germánica (con la misma ligereza que podría atribuirse esas virtudes a su parte alpina u oriental); en cualquier caso es hasta hoy difícil establecer científicamente la influencia de la raza en las cualidades psíquicas del hombre y fundamentar esa influencia.
Hans Gunther
- Representante moderno en el siglo XX del pensamiento racista con numerosos escritos, y especialmente su Rassenkunde des deutschen Volkes, de amplia difusión y que sumó esfuerzos por dar sustentos científicos, que al final no pueden dar veredictos académicos concluyentes y vuelve a plano y el valor de los escritos de Gobineau y Chamberlain que basan en sus fervientes anhelos.
- Para Gúnther, el ideal es la raza nórdica antes que la aria que exaltó Gobineau, y que la germana que elogió Chamberlain; además amplía el abanico taxonómico y divisorio de razas, sin más valor que el relativo y se apoya en modernas teorías de un neo-mendelismo, con presunciones que no han pasado de ser hipotéticas. Así descarta las influencias externas en los caracteres hereditarios y más bien los explica en los cruzamientos. Ese descarte radical de un factor tan poderoso como el ambiental social a favor de un designio inexorable prefijado desde antes de nacer, coloca sus ideas como casi todas sus antecesoras casi en el nivel de sofismas inconsistentes nacidas en suposiciones improbables en el campo de la ciencia, historia y la sociología.
Thomas Carlyle
- Famoso por sus aportes en Economía a la que calificó con el término “ciencia funesta”, que se pensó hacia referencia a las predicciones de Malthus; en realidad atacaba así las ideas de Adam Smith, John Stuart Mill y otros del libre mercado y el Gobierno, por sus creencias en la igualdad fundamental del hombre y por su oposición a la esclavitud y que asumían que todo el mundo es igual y que todos merecen igualmente la libertad; Aspectos dentro de la doctrina económica que era ofensivo para un racista como él, lo que lo llevó a dar ese calificativo; Hacía referencias en términos despectivos hacia la raza negra, que suponía fueron creados para servir al blanco y necesitaban tutela de los blancos dotados de la virtud benéfica; esa aversión hacia la economía por sus principios de igualdad era compartido por el muy navideño Charles Dickens quien compartía las posiciones de Carlyle en lo relacionado con la esclavitud y con los negros.
- Carlos Marx condenaba los delirios teóricos de gobineau en su exaltación aria, aunque el propio Marx secundado en su discípulo Engels, dejaba ver su vena racista en algunos detalles, como en su complacencia de la anexión norteamericana de California a los “vagos mexicanos”, en una carta que dirigió en de julio de 1862 a Engels, Marx se refería a su rival político Ferdinand Lassalle con sus rasgos de negros de Egipto. Puede uno encontrarse con gran parte de las ideas de Marx en un libro escrito por el ex comunista Nathaniel Weyl y titulado Karl Marx, Racist (1979). Marx era racista y muy antisemita.
- Marx, Engels, Carlyle y Dickens, todos ellos compartían una creencia inmemorial que ha prevalecido hasta nuestros días: algunas personas están dotadas de una sabiduría y una inteligencia sobresalientes y tienen por cometido y el derecho de imponerlas a las masas por la fuerza.
- Otros pintorescos puntos de vista más radicales y subrepticios, propugnan que la desigualdad de razas se enmarca en el curso natural de la conflictiva existencia humana; y que el mestizaje ha llevado a inestabilidad anárquica a los estados donde esta predomina, a diferencia de estados con homogeneidad racial con una mejor impresión de estabilidad a los cuales la integración racial la conduciría a eso, cuestionamientos a la creatividad de la raza amarilla o a la imputabilidad de gobernarse de la raza negra dueña de otras cualidades menos alturadas, el uso de términos para calificar individuos presentes en todas las razas como “desecho biológico” subdividida en “espuma” (intelectuales que cultivan tendencias destructivas como el comunismo) y “hez” (definitivamente sin dote alguna: asociales y criminales) y ven el todas las manifestaciones decadentes de la sociedad un complot contra la raza aria, como en el maoísmo una mimetización amarillenta para imponerse, hasta el punto de proponer devolver razas a sus tierras afines donde homogeneizarse