domingo, 4 de julio de 2010

VIDA EXTRATERRESTRE : ¿HAY ALIEN AHI?



- La existencia de vida ajena a nuestro hogar terrestre es una de las incógnitas que ha movilizado importantes recursos de la ciencia en búsqueda de indicios sobre la misma sino respuestas explícitas, a su vez miles de páginas de especulaciones sobre la viabilidad de ella no han dejado de producirse y las cuales en su mayor parte se vendrían abajo si en este momento una prueba objetiva a favor de la presencia de ella en el Universo y paralela a la humana se presentase. Esta pregunta ha circulado desde tiempos históricos y no deja de ser hasta hoy motivo de vehementes polémicas que involucran las más diversas posturas desde científicas hasta fantásticas.
- Las primeras importantes culturas humanas ya observaban sistemáticamente desde la antigüedad lo que consideraron el inalcanzable firmamento donde esos astros incontables como majestuosos debieron llevarlo a plantearse muchas preguntas, aquella inmensidad insondable debió intimidarlo tanto como para atribuirles caracteres mágicos religiosos y buscar encontrar presagios proféticos en ellos. Dentro de esa nueva aventura del conocimiento que construía seguramente fue inevitable el arribar en algún momento a la especulación sobre la existencia de alguna forma de vida racional ajena a nuestro hogar terrestre en aquellos mundos. Si bien diferentes observadores entre los que destacaron los de las culturas orientales, empezaron a organizar sus observaciones estelares en la floreciente astrología – aún por entonces amalgamada pero principal a la astronomía –, fueron algunos adelantados filósofos griegos como Tales de Mileto, Epicuro y luego Demócrito los primeros en sugerir la existencia de otros mundos en medio de un universo infinito. Pero aquella aún temeraria afirmación se basaba en la capacidad deductiva propia de tiempos incipientes para las observaciones científicas de la era pre cristiana, en lo cual dicho sea de paso los griegos fueron maestros. El primer notable en atreverse a sugerir explícitamente dicha posibilidad – por la existencia de planetas similares al terrestre – ya en la era medieval, fue el multifacético italiano Giordano Bruno en su obra “Del infinito universo y sus mundos”, pero Bruno estaba en el momento y lugar equivocado para lanzar semejante afirmación y sus revolucionarias hipótesis en diversos campos lo llevaron a conocer cruentamente el poder de la inquisición en medio de una hoguera, después de todo el influyente cristianismo de entonces imponía la aceptación de la primitiva visión cosmológica aceptada por entonces del geocentrismo ptolemaico y de la filosofía aristotélica, de ellos se deducía la exclusividad y el privilegio de la vida humana en el universo. De alguna manera, aunque sin contar aún con un argumento astrofísico concreto, Bruno tenía razón en cuanto al heliocentrismo y a su consideración de las estrellas y sus sistemas planetarios. Copérnico y Galileo con sus contundentes teorías esperarían aún su turno en el tiempo para reivindicarlo, pero en lo que respecta a la vida extraterrestre es un asunto hasta hoy aún pendiente de un veredicto.
- El término “vida” adopta generosamente un amplio rango de elementos en su consideración, incluyendo desde microscópicas células o reacciones auto replicables – en su condición técnica mas elemental – hasta organismos con avanzados grado de organización multicelular, los cuales son objeto de búsqueda pertinente de ellas en las afueras de nuestro mundo celeste y donde lo más probable – a la vista de los descubrimientos y avances de la exobiología – será encontrarla en principio bajo la forma de primordios o ladrillos de vida antes que vida inteligente extra terrenal sin dejar de considerar la búsqueda de esta última mediante radioastronomía. La naturaleza misma del tema y sus avances hasta la actualidad no permiten aportar pruebas contundentes ni descalificaciones definitivas, pero sus logros acumulados y el conocimiento cada vez mas ubicuo de nuestro lugar en el Universo nos permiten una especulación desde un lado racional evitando la informalidad y ligereza seudo científica.
- Esta apasionante posibilidad aún no descartada ni afirmada, también ha dado inevitable cabida a la fértil e inagotable imaginación humana para la cual los confines de nuestro mundo son insuficientes como escenario para su desarrollo, por ello gran parte del volumen de la discusión sobre el tema está constituido por hipótesis y testimonios de dudoso valor en cuanto al rigor científico, son ampliamente divulgadas entre ellas, teorías sobre la influencia casi paternal de seres alienígenas sobre importantes culturas humanas antiguas como la egipcia, incaica, maya y otras como los dogones en África, todas ellas carentes de sustento objetivo coherente. En la actualidad la observación seria y autorizada de esta materia recae en el campo de trabajo de la radioastronomía y la exploración espacial de alcance relativamente incipiente que la tecnología humana ha iniciado desde los tramos finales del Siglo XX.