sábado, 6 de noviembre de 2010

ILUSTRES CHARLATANES (3): DEEPAK CHOPRA




- Ciencia y superchería son el día y la noche entre los logros de la cultura humana, ambas son inmiscibles coherentemente para efectos provechosamente honestos de la sociedad. Pero, el tomar elementos de ciencia para potenciar la oferta del chamanismo es una estrategia bastante efectiva en términos de propaganda e impacto, aunque el resultado es el mismo de siempre: metafísica vacía ornamentada de frases atractivas. Así, además de los gurús tradicionales, relativa o superlativamente ignorantes en materia de ciencia, los últimos tiempos trajeron a una nueva generación de gurús con formación científica, pero quienes hábilmente capitalizan esos conocimientos en pro de la construcción de su megalomanía fraudulenta dirigida a los desesperanzados y receptivos de siempre. En esa línea se cuentan tipos como Andrew Weil, Bernard Siegel y el celebrado Deepak Chopra, todos vendedores de su versión particular y esotérica de la medicina, donde exponen además de críticas al sistema médico moderno, con sus visiones iluso-esperanzadoras y facilistas ofertando recursos heterodoxos y de medicina preventiva en libros de gran éxito comercial; éxito en ventas y términos monetarios pero que no avala seriedad científica contrastable alguna de sus métodos y propuestas. La aceptación de este tipo de propuestas revela una regresión cultural al pensamiento mágico y vitalismo espiritual en tiempos de avances contundentes de la medicina moderna.
- Chopra es la figura estelar de esa “nueva espiritualidad” que como una plaga endémica supo adaptarse a los nuevos tiempos luego del desengaño de las corrientes místicas de los años 70s con su obsoleta “era de acuario”. La particularidad de esta nueva etapa fue la incorporación de elementos de ciencia a la feria poética traída de oriente, en lo que fue pionero el físico Fritjof Capra con “El Tao de la Física”, donde aprovechaba hábilmente sólo coincidencias metafóricas entre la física cuántica y creencias del misticismo oriental, obviamente sin tomar en cuenta las inmensas y numerosas incompatibilidades. Chopra tomó la idea aportando su sello de misticismo etéreo donde en esencia afirma que la materia es subyugable al psiquismo. Un grupo de émulos tomaron la bandera y se lanzaron en la misma cruzada místico-religiosa –y muy lucrativa– de la charlatanería seudocientífica, como James Redfield, Anthony Robbins por citar a algunos. Chopra cocinó salud, ciencia y fe en un menú atractivo para su auditorio rebosante de ilusión y analfabetismo científico; de paso no faltaba en su prédica el rechazo a la medicina convencional y sus sistemas.
- La medicina alternativa ya tiene desde hace mucho, una serie de manifestaciones como la homeopatía, reiki, acupuntura, digitopuntura y otras cuyo sustento reiterado es el efecto placebo, pero la cosa se hace más tragicómica cuando se recurre a términos como “curación cuántica”, “energía positiva”, “aura”, todos ellos sin significado científica y objetivamente verificable. Es evidente que en nuestro estado tecnológico actual, la medicina en su forma ortodoxa deja vacíos de esperanza en cuadros morbosos que su propia naturaleza hace intratables para efectos de curación, lo que justamente aprovechan los seudo sanadores alternativos para vender ilusión.
- Deepak Chopra, nacido en la India, tuvo formación médica y se graduó como endocrinólogo ejerciendo durante los años 80 en los EEUU alcanzando un cargo directivo en el New England Memorial Hospital de Massachusets y una cátedra en las Universidades de Tufts y Boston; pero ya desde esa posición en los EEUU vio la zarza ardiente de la mano de otro gurú que lo inició en las artes santeras, al conocer a Brihaspati Dev Triguna, un médico “ayurveda”, y para rematar su paso al lado oscuro se incorpora al movimiento de Meditación Trascendental liderado por el arquetipo de los charlatanes espiritualistas, el Maharishi Mahesh Yogi, en plena cima de su prontuariada carrera ya luego del espaldarazo Beatle, con ellos se hizo aventajado estudioso de la medicina milenaria india, descubre una inagotable veta de oro en ella, funda la “Asociación Americana de Medicina Ayurveda” y se lanza en su cruzada de convencer a los desinformados que lo que pensamos y sentimos influye decisivamente en la química corporal más íntima.
- Entre las provechosas habilidades de Chopra puede rescatarse su convincente capacidad de comunicación ante el público y prolífica vocación de escritor en donde combina lo práctico y lo espiritual; con ello ha logrado cifras inéditas en ventas. Sus conferencias son una mescolanza de retórica religiosa, consejería espiritualista redundante y pinceladas de ciencia, esto último que lo diferencia del gurú tradicional; ese intento de conciliación entre misticismo y medicina “ayurveda” es resaltado en sus reseñas biográficas, pero no se publican avales de estudios contrastados independientes de su charlatanería acrisolada, lo que revelaría la debilidad de sus pretendidos cimientos científicos. Su obra rebosa de redundancias espirituales, profilaxis médica y métodos sanitarios algunos aberrantes.
- Chopra presenta su mercancía bautizada como “Medicina Ayurveda” como de origen milenario hindú, perfecta presentación para gente ávida de tragarse espiritualidad envasada, aunque el nombre ya lo había utilizado su maestro guía Maharishi quien lo sacó de sus reinterpretaciones subjetivas de librillos vedas, prueba que entre gitanos pueden compartir la misma esquina para sus atracos. Argumenta que esa medicina le dio salud perfecta a la antigua civilización y el fundamento de esta seudo medicina es que: “las funciones vitales están determinadas por tres principios o “doshas” –que son como tipologías–:
“Vata, Pitta y Kapha, que combina las características de mente, cuerpo y espíritu para buscar la cura por medio de la recuperación del equilibrio y así impedir la enfermedad. La primera controla todo el movimiento del cuerpo, sea el del pensamiento o el de los intestinos, la vibración de las cuerdas vocales o los ademanes, o incluso la danza del ADN cuando se multiplica, Pitta controla el metabolismo y la digestión y Kapha, la estructura”. “Estos herméticos principios básicos o “doshas”, emergen como expresiones de tendencias metabólicas tanto en nuestro cuerpo físico como en nuestro tipo psicológico”. “Comparables con el funcionamiento de los signos astrológicos, determinando las características de cada individuo y pueden ser conocidos tomándole el pulso a la persona, o haciéndole responder un cuestionario y el dosha puede cambiar de hora a hora, también los doshas deben ser “pacificados”, para lo cual se indican diversos tratamientos”, “La línea ayurvédica analiza emociones, sentimientos, conducta, biología, relaciones, medio ambiente y contexto como componentes de la salud”.
- Entre su oferta dice que sus terapias “pueden llevarnos a un lugar donde no se aplican las reglas de la existencia cotidiana”, “... llegar a ser pioneros en una tierra donde el vigor juvenil, la renovación, la creatividad, el gozo, la realización y lo intemporal son la experiencia habitual de la vida cotidiana, donde la ancianidad, la senilidad, la enfermedad y la muerte no existen y ni siquiera son considerados como filosofía”.
- Como puede deducirse, es pura verborrea esotérica inventada por gente muy imaginativa. Algunas indicaciones de su método son tan absurdas como su remedio para prevenir y curar la catarata consistente cepillarse los dientes y la lengua, escupir en un vaso, y lavarse los ojos con este líquido durante varios minutos.
- Chopra habla con especial énfasis de “la influencia de los “pensamientos positivos”, los mismo que generarían una consiguiente molécula en el cuerpo: “los pensamientos positivos generan moléculas positivas”, “es la forma en que la medicina ayurveda permite lograr una salud perfecta” y es “la fórmula” para acabar las guerras y accidentes si toda la humanidad lo practicara” como quienes pagan altas sumas por ella en sus conferencias llenas de términos reiterativos de otras conferencias dirigidas preferentemente a clientes pudientes. Como todo charlatán comerciante que se respete, termina fundando su propio centro: “Centro Chopra para el Bienestar” y el “Instituto Médico Mente-Cuerpo” en La Jolla, California.
- Alguna vez en 1991 publicó junto a colegas Hari M. Sharma y Brihaspati Dev Triguna, un artículo sobre “medicina ayurveda” titulado “Maharishi Ayur-Veda: análisis moderno en la medicina antigua”, en una de las revistas medicas mas prestigiosas del mundo “Journal of the American Medical Asociation” (JAMA) –lo que fue insólito a sabiendas de los criterios exigentes de dicha publicación–, ese artículo no se limitaba a la propaganda de supuestas virtudes de su propuesta sino además criticaba a la medicina convencional al compararla con su sistema y afirmaba temerariamente cosas como: “tomar el pulso era suficiente para diagnosticar numerosas dolencias graves” y que “que los antibióticos y demás drogas modernas no funcionan” en un inaudito intento de exo-endo herejía mixta, lo cual fue demasiado para el público objetivo de una de las revistas más formalmente conservadoras y escrupulosas en la materia y las cartas con observaciones de numerosos médicos obligaron a retractarse con urgencia clínica a la revista, ya que los análisis serios ponían en altísimo cuestionamiento la verdad de sus afirmaciones; el propio Chopra se ha negado a la realización de los habituales experimentos doble ciego para probarlos, afirmando que los estudios científicos eran innecesarios, encima el artículo era una forma encubierta de promocionar el negocio de estos gurús, pues en el número siguiente donde la revista se retractó del bochorno, se incluyó una nota del periodista científico Andrew A. Skolnick, quien halló que los autores eran socios de una empresa dedicada a esos servicios y productos, y que desde 1985 comerciaba en EEUU el Mahesh Yogui Maharishi, el líder de la banda con la fachada de “Servicio médico-espiritual”; es decir no habían dudado en hacer lobbysmo utilizando a JAMA, eran viles negociantes de los que Chopra resultó ser licenciatario, único accionista, presidente, tesorero y secretario del Maharishi Ayur-Veda Products
International, Inc (MAPI).
- Uno de sus libros más vendidos, “Ageless Body, Timeless Mind” fue acusado de plagiar segmentos de un libro de Robert Sapolsky, profesor de la Universidad de Stanford, quien demostró en 1997 que en el libro de Chopra copió partes de su obra “Behavioral Endocrinology”, pero luego ambos llegaron a un acuerdo extrajudicial económico a favor del demandante como se acostumbra en muchos de estos casos, lo cual no fue problema para la editorial ante las millonarias ventas del libro y los otros libros de charlatanería de Chopra.
- Como se mencionó antes, fue discípulo aprovechado del Maharishi y con él empezó a saborear las mieles de la fortuna, hasta que los celos del líder en 1993 quisieron ponerle freno ante la amenaza de opacar al maestro y Chopra dejó su movimiento para seguir con su negocio propio. Ya lejos de él no guardó la lealtad y discreción de su maestro y llegó a esparcir rumores de la enfermedad del santón en 1991, quien prefería tener la imagen estratégica y púbica de un hombre saludable. Aunque la fortuna comercial siguió siempre sonriente a ambos, el movimiento MT ganó –y sigue ganado– millones vendiendo hierbas, aceites, piedras mágicas, horóscopos, libros, películas y servicios asociados a Maharishi Ayur-Veda y Chopra no deja de vender millones de libros con su palabrería mística y seminarios sobre ellos.
- Chopra dice que “la primera ley del éxito espiritual es la de no juzgar”, sugiriendo “comenzar el día con la declaración de no juzgar nada de lo que ocurre y recordarla durante todo su transcurso. Sabemos que el no juzgar es la piedra angular de las enseñanzas del Maestro Jesús: no juzgar para no ser juzgados”; justamente la falta de opinión crítica es lo que infla fenómenos como el suyo basados en la desinformación de las masas.
- Pese a estos golpes a su credibilidad, en 1992 fue nombrado miembro del “National Institute of Health and Hoc Panel on Alternative Medicine” y desde 1993, es director ejecutivo del “Instituto Sharp para el Potencial Humano y la Medicina Cuerpo-Mente” en San Diego, California –ciudad que alberga todo tipo de ideologías hippies– así como de su “Centro Chopra para el Bienestar” donde los “programas de purificación” tienen costos de hasta 3,200 dólares, aunque luego debió dejar de ejercer la medicina cuando se trascendió que carecía de licencia para ejercer en el estado de California. En el “Centro de Salud Maharishi Ayurveda para el Manejo del Estrés” en Lancaster, Massachusetts –otro de sus centros– los pacientes con enfermedades graves pagan desde cientos a miles de dólares por consultas astrológicas, y se les recetan yagyas que son no mas que ceremonias religiosas destinadas a solicitar ayuda a las primitivas deidades hindúes, pero cuyas ceremonias no pueden ser vistas por los incautos pacientes.
- Prueba de su santidad entre los famosos, son los nombres de seguidores de su medicina Ayurveda, como Demi Moore, Elizabeth Taylor, Michael Jackson, el príncipe Carlos de Inglaterra –quien lo invitó a debatir en foros académicos sobre integrar las formas no tradicionales de curación en el marco teórico científico–, David Lynch, Madonna, Sarah Ferguson, Oprah Winfrey, Cameron Diaz y Donna Karan, algunos de ellos lo elogian cada vez que pueden, Hillary Rodham Clinton dijo que “sus teorías eran muy interesantes”, Mikhail Gorbachov asegura que es “uno de los más lúcidos filósofos de nuestro tiempo”; George Harrison y Jackie Onassis fueron sus amigos y pacientes cuya enfermedad terminal evolucionó con resultados conocidos; es evidente que su medicina informal no hace seguimientos clínicos estadísticos caso por caso y nada se sabe de la relación éxitos-fracasos; David Flint, un paciente de leucemia tratado por un practicante avalado por Chopra, gastó 10 mil dólares a lo largo de nueve meses y muere –como es previsible por el pronóstico de la enfermedad– al poco tiempo de haber sido dado de alta. La celebridad que tiene entre ricos y célebres a su vez sirve de trampolín propagandístico para captar a otros miles de desinformados y de paso lo hace figura mediática celebrada y controversial, así mientras “Time” lo seleccionó entre lo cien íconos y héroes del siglo XX, y lo describe como el “poeta-profeta de la medicina alternativa”, otra publicación como “Forbes” lo sindica como “el último de una serie de gurúes que han prosperado combinando ciencia pop, psicología pop e hinduísmo pop”. Un común denominador entre estos adeptos, es la ignorancia superlativa en términos de nociones de ciencia.
- Su obra “Ageless Body, Timeless Mind” (Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo) es uno de sus libros mas vendidos, allí hace una curiosa síntesis entre la “medicina ayurveda” y la física cuántica (¿?), señalando que “los pacientes que acusan remisiones espontáneas de cáncer “saltan a un nuevo nivel de conciencia que prohíbe la existencia del cáncer (...) se trata de un ‘salto cuántico’ de un nivel de funcionamiento a otro nivel superior”…“la mente sana mediante la armonización o el equilibrio cuántico del cuerpo, para lo cual basta localizar en la consciencia la fuente del dolor”. “Si se usan correctamente las técnicas, es posible enviar energías de sanación para cicatrizar, controlar enfermedades como el cáncer o retrasar el envejecimiento”… “Si tienes pensamientos felices, entonces harás a las moléculas felices”.
- Es decir, Chopra no utiliza el “cuanto” de la física en un sentido metafórico: sus terapias –basadas en gran parte en productos herbarios– dicen “posee vibraciones específicas que contrarrestan la vibración cuántica del cuerpo”.



- La cuántica, una de las ramas de vanguardia en la física teórica que tiene como fundamento “sinequanon” a la imprevisibilidad e impredictibilidad de los fenómenos del universo a escala subatómica, lo que no se aplica a los fenómenos materiales macroscópicos como lo prueba la experimentación –base del método científico–, estudia el comportamiento de átomos y partículas subatómicas o agregados de ellas, en absoluto no se aplica sobre sistemas macroscópicos biológicos o materiales, o al menos esa propiedad es indemostrable, los avances demostrables de la medicina moderna llegan en su fundamentación hasta el nivel bioquímico, podemos predecir intercambios de bombas de iones en las membranas celulares, reacciones de óxido reducción, producción de radicales libres, etc. pero el mundo de las partículas subatómicas escapa al seguimiento médico. La Mecánica cuántica no considera a la conciencia, pero estos místicos aseguran que la conciencia humana afecta el comportamiento de las partículas con el sólo hecho de desearlo, que se puede modificar este comportamiento, el cual sería el fundamento de los así llamados poderes síquicos, y llave para explicar supuestos fenómenos paranormales –los cuales sería improductivo detallar–, afirman que la conciencia humana permea y controla el Universo entero, y que esto apoya sus afirmaciones de que: “el pensamiento positivo es capaz de crear y suprimir enfermedades”, “el tiempo, los opuestos y la materia son meras ilusiones de un psiquismo embotado”, “las semillas de este nuevo paradigma fueron plantadas por Einstein, Böhr, Heisenberg y los demás pioneros de la física cuántica, quienes comprendieron que el modo aceptado de ver el mundo físico era falso. Aunque las cosas de allí afuera parecen reales, no hay prueba de la realidad aparte del observador. No hay dos personas que compartan exactamente el mismo universo. Cada visión del mundo crea su propio mundo”, “la plegaria es un suceso cuántico ejecutado por el cerebro”.
- El conveniente manejo del stress ante sus consecuencias bioquímicas deletéreas es algo perteneciente al sentido común en los preceptos de la medicina moderna y el valor de su prevención se deduce sin necesidad de tanto palabreo místico instando a relajaciones oníricas.
- El aprovecharse de ciencias formales como la Mecánica Cuántica –sector de por sí impreciso, extraño, difícil de entender–le da un iluso aspecto de seriedad a especulaciones disparatadas, y aunque la especulación es parte de la ciencia, y que incorporada en el método científico, justamente la demostración dentro del método, es lo que manda al desecho a muchas especulaciones cuando se contrastan en observaciones objetivos. El mito ayurveda cuántico ni siquiera permite su demostración, cumpliendo así el requisito para ser considerado esoterismo, el cual se caracteriza por protegerse a sí mismo. Pero la charlatanería mística sigue siendo una veta para ganar notoriedad aprovechando la desinformación científica de quienes buscan en muchos casos falsas esperanzas en momentos desesperados con la medicina cuántica-milagrosa.
Chopra, como parte de un nuevo fenómeno en la corriente New Age, junto a otros, ha encontrado en la física cuántica una inesperada veta para embriagar mentes distraídas y confundidas. Pretende vender su misticismo cuántico como científico, pero sin cimiento concreto en la física biología clínica haciendo alarde de una gran imaginación metafísica, con pinceladas de frases dignas de libros de autoayuda y optimismo, llegando a citar ideas filosóficas ya esgrimidas en la antigüedad: “Aunque las cosas de allí afuera parecen reales, no hay prueba de la realidad aparte del observador. No hay dos personas que compartan exactamente el mismo universo. Cada visión del mundo crea su propio mundo”.
- Chopra ha adaptado la “medicina ayurveda” y la mística cuántica a la mercadotecnia contemporánea con un éxito resonante. Sus terapias basadas productos herbarios –de las que tiene su propia línea de hierbas y aceites aromáticos– alegan tener “vibraciones específicas que contrarrestan la vibración cuántica del cuerpo”, dicen “estimular la glándula pineal con beneficios aún desconocidos para Occidente” y mediante catálogos, páginas web y centros de su movimiento vende cristales “terapéuticos” –a precios obviamente altos–, CDs de “música védica”, videos, té, aceites y por supuesto dicta lucrativos seminarios por todo el mundo. Todo un mercader fenicio de feria. También posee su propia editorial, “Quantum Publications” que inunda al mundo de papel con su estrafalaria doctrina.
- Otra burla a sus incautos es la promesa del “vuelo yoga” que resulta ser como se sabe un engaño absurdo para el que luego usan pretextos diversos cuando los ingenuos no logran levitar, para publicitar esta oferta se utilizaban burdos trucos fotográficos como lo hacía su maestro Maharishi.
- En el producto Chopra, todo está meticulosamente calculado, como la propaganda y sus perfiles biográficos convenientemente filtrados, donde se derraman de supuestas virtudes superlativas; las entrevistas son un monumento a la indulgencia sin rigor escéptico en lo que parece ser una alianza estratégica entre medios que venden más con su figura y Chopra que alimenta su mito con periodistas analfabetos en ciencia.
- Chopra es un producto de la evolución que se aplica hasta en materia de mercadeo del pensamiento mágico, él ha superado la fase del milagreo, misiones mesiánicas e ilusionismo barato, y demuestra la capacidad de los charlatanes de mimetizarse o adecuarse a los tiempos, en cuyo sindicato del fraude es quizás el más célebre y rico. La ciencia y su arsenal de conocimientos puede ser un arma de doble filo en manos de inescrupulosos y la medicina moderna que ha alcanzado el nivel actual producto de elaborados consensos, arduos trabajos prospectivos y retrospectivos, genialidades deductivas, afortunados accidentes, experimentos, investigaciones, no puede ceder ante doctrinas subjetivas de “autoridades reveladas e iluminadas”, mientras el mundo mantenga un estrato y una reserva de lucidez.