sábado, 6 de noviembre de 2010

ILUSTRES CHARLATANES (1): SAI BABA


- El boom de los gurús y santones de un país identificado con una aureola de misticismo como la India, impresiona a los occidentales ávidos buscadores de cualquier exotismo espiritual para llenar sus propios vacíos de racionalidad. Así no es de extrañar que algunos de estos mercaderes de la espiritualidad hayan llegado a conseguir millones de adeptos de los que se pueden jactar no solo en su esfera de influencia geográfica próxima.
- Uno de los divos más publicitados de las últimos tiempos es un tal Sathyanarayana Raju quien se hace llamar Sai Baba, quien como muchos personajes de tal naturaleza se ha inventado un manto de leyendas sobre su vida desde la mas tierna infancia para darle mayor credibilidad a su mito ante los gaznápiros que inundan por multitudes al mundo. Los suyo es una habilidosa combinación de misticismo religioide, curanderismo, ilusionismo y prestidigitación que cautiva a los creyentes de la superstición, lo sobrenatural y de porcinos levitando, los cuales a su vez amplifican como caja de resonancia el negocio mediático de su admirado maestro y guía.
- Para empezar Don Baba al parecer – y por versión de una familiar – modificó desde su fecha de nacimiento para hacerla coincidir con alguna profecía local de las que en el mundo de lo místico y fantasioso proliferan, de paso es pertinente aclarar que en la India hay profecías a toda medida. De su inocente infancia cuentan que una vez se encontró una cobra – las que abundan en su tierra natal – en su cuna, lo que “era un indicio de su divinidad” según una predicción, de su etapa escolar – donde el eso sí, muy inteligente niño aprovechaba su tiempo en la lectura de escrituras vedas enterándose de los pormenores de su cultura religiosa local lo que le daría gran beneficio en su adultez – se refieren historias de poderes sobrenaturales entre sus allegados, comparables y nada envidiables a los milagros de Jesucristo; probablemente de haber nacido unos siglos antes y mas cercanos al oscurantismo, hoy Don Baba estaría elevado en categoría de religión pan mundial y veríamos solemnes cuadros suyos colgando en paredes de hogares, en iglesias, etc.
- La leyenda continúa afirmando que en su adolescencia temprana enfermó al ser picado por un escorpión y luego de pasarla mal, en su mejoría anunció ser un avatar enviado de Dios con la “misión de enseñar al mundo su mensaje y unir a las religiones del mundo en una hermandad universal teniendo al amor como piedra angular”, y también afirmó ser reencarnación de un tal Sai Baba de Shirdi, un faquir santo musulmán que vivió en su región de Maharashtra, fallecido ocho años atrás en 1918 y quien anunció que volvería reencarnado – y éste primer Baba a su vez en su momento se dijo reencarnación de otro dios Shivá – en una trama donde la cadena de reencarnados involucrados en el asunto es casi arbórea y llena de nombres raros (shivás, shaktis) y personajes de fábulas que no vale la pena detallar, que hasta el mismo Sai Baba II se ha encargado de enredar más, pero eso sí, el original Sai Baba era pobre, nada codicioso, no cobraba por su prédica y murió en la miseria. Así el jovenzuelo toma ese nombre artístico, abandona la escuela e inicia su provechosa peregrinación como un hábil charlatán con su sugestiva túnica con tal suceso que el tiempo le permite construir su propia empresa culto que llama rimbombantemente Prasanthi Nilayam (“La Morada de la Paz Suprema”) con un templo donde realiza sus milagros o mejor dicho actos de ilusionismo ante el público y que le han ganado fama mundial.
- Su arsenal de trucos, “milagros” y poderes extrasensoriales incluye – dicen los testimonios – materialización de objetos desde la nada siendo el más famoso el de una supuesta ceniza curativa “vivuthi” al movimiento de sus hábiles manos, materialización de objetos como alimentos – entre ellos multiplicación de panes –, a parición de caramelos en la boca del público y cosas que reparte al público incluso “a pedido” y se cuenta de pedidos que han incluido costosos relojes “Rolex” y astillas de la cruz de Cristo, conversión de agua en combustible – la Shell pagaría una fortuna por ese “secreto” –, curaciones de cuadros como cánceres terminales, fenómenos luminosos, levitación, precognición, teletransportación, bilocaciones apareciendo en dos sitios a la vez, su repertorio incluye entre lo más insólito: ¡la Resurrección de muertos!; todos meros actos de ilusionismo y superchería que impresiona a supersticiosos y testimoniado por sus acólitos – cuyo valor en cuanto a veracidad es fácil de mensurar – y documentados en libros escritos por seudocientíficos no se sabe si honoríficamente o a sueldo pues el Baba siempre se ha negado a someterse a constatación estrictamente científica en condiciones controladas, se ha negado a recibir a científicos independientes que han solicitado estudiarlo. Escapa de la verificación científica con su típica prédica mística como: “Los milagros son mi tarjeta de presentación” y “Mi milagro mayor es el amor”.
- Su mito tiene un efectivo aparato de propaganda que se alimenta a sí mismo como un círculo vicioso y así se han creado nuevas leyendas luego de las originales sobre su persona, como que gente ha testimoniado haber sido salvada por él en accidentes de tránsito, de aviones, cuentos que el papa Juan XXIII en su lecho de muerte tuvo visiones de un hombre que llegaría a unir al mundo y cuyas características coinciden con Don Baba, el anuncio de su llegada e influencia en el mundo por otros parlanchines profetas como Nostradamus y Edgar Cayce, todo lo cual sus tontos útiles y agentes se esmeran en difundir. Un fanfarrón tan cautivador no podía dejar de llamar la atención mediática y así legiones de seguidores le llovieron ante esos milagros y personalidad atractiva.
- Pero el asunto de la industria Sai Baba va mas allá de la espiritualidad y el amor desinteresado y fruto de su honrado trabajo ilusionista ha llegado a formar un imperio que algunos calculan valorizado en dos mil millones de dólares y donde hay de todo en cuanto a rubros: academias de música, un enorme hospital, colegios, escuelas técnicas, cadenas de restaurantes de lujo, su propio aeropuerto en la localidad donde vive en Puttaparthi, residencias estacionales, automóviles de marcas ilustres (BMW, Mercedes Benz, Jaguar), y casi tres mil departamentos que se alquilan a los adinerados turistas que acuden a verlo hasta su propio país y su pueblo, pues don Baba no se digna a salir de su Bunker y solo ha salido de la India en 1968 a visitar al famosísimo dictador y genocida Idi Amín en Uganda, a quien obviamente y a la vista de la historia conocida, no logró sacar de su estado de salvajismo superlativo. Eso sí, su organización también dedica a obras de caridad (hospitales gratuitos, universidades, instalación de tuberías y tanques de agua potable a poblados de India). Su negocio no podía quedar ahí y los centros Sai se multiplicaron como una plaga por el mundo, se habla de 1,200 centros de meditación en 137 países, con seguidores de todo estrato social, pero donde evidentemente los ricos siempre son mejor bienvenidos pues gran parte de los ingresos de su empresa provienen de donaciones de ricos agradecidos por sus “milagros”, además de las ventas industriales de sus chucherías, pues hasta su terruño acuden miles de gentes a verlo en su trono de oro, a “aprender” algo de él, entre esas masas hay también religiosos, políticos, dignatarios y líderes mundiales, curiosos, hippies, artistas, todos ellos sin nada útil que buscar para su raciocinio humano, demostración que ser rico o importante no es una inmunización contra la ingenuidad, y el Baba se ha dado el lujo de negar audiencia a figuras famosas como los príncipes Carlos y Diana.
- En sus propios términos manifiesta no manejar una religión estrictamente sino “impartir enseñanzas basadas en el amor haciendo mejor a las personas”, con el predecible palabreo de su filosofía dice que su principal fin es “estimular y motivar al individuo en la búsqueda de la autorrealización. Las personas que tienen su propia fe deben profundizar en ella, sin que se les perturbe”, una cosa que llama “Sarva Dharma” simboliza el carácter universal de su misión que engloba todas las religiones, abundan en él las típicas frasecillas ingeniosas sobre el amor con un impacto tal que ha llegado ha captar adeptos a otras sectas o credos religiosos y culturas.
- Hubo disidentes de su organización que al salir han dado algunas luces sobre el funcionamiento de su imperio revelando el carácter fraudulento de su aureola y el poder político empresarial que lo ayuda con hombres prominentes como enlace al mundo del poder exterior, el mecanismo de los círculos de empleados alrededor suyo de diferente cercanía al líder y con funciones diversas en el manejo de fondos y mantener su mito vivo en el extranjero. Entre sus servidores hay ingenuos que creen en la santidad del Baba y hay también pícaros que viven a gusto del fraude, no han dejado de mencionarse fraudes financieros, vínculos con el narco-tráfico y su financiamiento a gente del gobierno y la política.
- Pero su lado más oscuro de lo suyo es el ligado a los escándalos sexuales; la revista “Daily telegraph” de Londres e “India Today” han publicado testimonios de algunos desertores muy defraudados y desengañados y lo más grave sobre abuso sexual de niños y jóvenes varones, situación que ha sido repetida por seguidores de varios nacionalidades lo que llevó a deserciones de su organización en varios países, acusándosele de nutrirse de jóvenes que cursan estudios en sus Institutos de Enseñanza Sai, quienes sabrían lo que ocurre entretelones con otros jóvenes escogidos preferidos con ciertos “privilegios” para tener entrevistas frecuentes con él, pero muchos escogen el silencio por miedo a la represión de ser expulsados de estas fundaciones en algunos casos filantrópicas; una costumbre grotesca que se ha descrito es una utilizada con el pretexto de “cambiarles el kundalini” frotándole los genitales con aceite o vibhuti materializado “de la nada”.
- A raíz del artículo en “Daily telegraph” un movimiento en Gran Bretaña instó a que el gobierno advierta a quienes quieran visitar el Ashram de Sai Baba, y el sitio web de la embajada estadounidense en Delhi advierte algo eufemísticamente a los ciudadanos estadounidenses que piensan visitar el estado de Andhra Pradesh sobre un “líder religioso local” que ha sido denunciado por dedicarse a “conducta sexual inapropiada” con jóvenes devotos varones. También en Australia, Alemania, EEUU y Suecia se han publicado denuncias, por lo que por supuesto sus allegados han tratado de negar calificándolas como campaña anti hindú. Pero la historia es reiterativa entre los decepcionados, quienes seducidos por su prédica, se afiliaron a su movimiento creyendo en no pocos casos asistir a un avatar y terminaron asqueados además por el estilo de vida ostentoso de un comerciante vil viajando en autos de las marcas mas lujosas y viviendo en obsceno esplendor pese a las actividades filantrópicas de su organización.

- Pero hasta en su negocio manejado con eficiencia de reloj suizo lo impredecible puede causar malos momentos cuando hay barro en los cimientos, en 1992 en una ceremonia mientras se inauguraba otro edificio del Central Trust, el Sathya Sai Kalyana Mandapam contaba con la asistencia del primer ministro indio Narashimha Rao y otros políticos locales importantes, permitiéndose gran cobertura periodística incluyendo cámaras del departamento de informaciones de la Doodarshan, y Sai Baba decidió premiar como acostumbra con una joya valiosa, al responsable de la obra inaugurada, el arquitecto R. Chakrapani y es captado fílmicamente el preciso instante en que recibía escurridizamente de manos de un ayudante un collar ce oro para entregarlo al agasajado, presentándolo como una materialización “de la nada” ante el asombro del tipo, pero el “milagro” hubiese convencido si no fuera que las cámaras registraron todo el proceso, los editores del noticiero al ver la grabación tan explícita, editan el material quitando ese comprometedor momento en el segmento noticioso sobre la visita del primer ministro que iba a enviarse a Nueva Delhi. La orden jerárquica fue inmediata para cortar la cinta y destruir el master, pero alguien conservó esas imágenes que comenzaron a recorrer el mundo ridiculizando el burdo truco de Baba. El material está disponible en la red.
- Otra curiosa anécdota que alguna agencia de noticias divulgó en los últimos años fue de un incidente con un decepcionado seguidor – nada menos que el líder de su movimiento en Suecia Björn Sandström – durante una ceremonia pública del darshan (ceremonia de saludación a los fieles) en su Ashram, donde se avalanzó sobre el Baba de 79 años por entonces y le tiró del cabello quedándose con su peluca en las manos y dejando su brillante cuero cabelludo al descubierto exclamando que “todo era un fraude”, “Yo sabía que su cabellera era tan falsa como sus milagros” y “el mundo debe saber la verdad del Baba” ante el estupor de sus fieles, luego del cual los matones del Baba lo redujeron. El ex coordinador de la organización en Australia respaldó a su par sueco declarando también saber la verdad fraudulenta del Baba. Pero la televisión india donde el gobierno es perenne amigo del Baba, censuró las imágenes tal como en el pasado ante el truco descubierto del collar de oro en 1992.
- Este incansable ilusionista y profeta, no ha dudado en hacer predicciones sobre su propio futuro y ha anunció alguna vez que viviría hasta 2019 y que ocho años después reencarnaría en otro lugar de India con el nombre de Prema Sai Baba y que la vitalidad le estaba asegurada en el cuerpo actual a diferencia de su antiguo cuerpo, aunque hoy luce ya achacoso, en una silla de ruedas producto de un accidente que le dañó la cadera y así se moviliza desde 2005 y hace apariciones públicas mas restringidas.
- La espiritualidad, gracias a la habilidad de ilusionistas y talentosos maestros del fraude, puede ser un negocio de lo mas rentable, claro hace falta una morro a prueba de bombas de parte de ellos y gente dispuesta a impresionarse – los que nunca faltan – para completar la dualidad, también los cuentos sobre reencarnación se prestan a la aparición de oportunistas que hacen oro de la pobreza de raciocinio. Sai Baba es un paradigma de la explotación del instinto humano hacia lo misterioso y la superstición, no es el primero ni tampoco será el último, pero no deja de ser un personaje seductor para el estudio de las desconcertantes conductas jerárquicas del ser humano.