sábado, 6 de noviembre de 2010

ILUSTRES CHARLATANES (5): ERICH VON DANIKEN



- El estudio de los orígenes del hombre y el desvelamiento de los misterios de las primeras culturas humanas es una inquietud incansable con la saludable finalidad de conocer de donde venimos y como la especie llegó a la conquista de un entorno hostil. El conocimiento de los rastros y primeros indicios de las culturas avanzadas ha costado siglos de recolección en no pocos casos arriesgada y sacrificada, trabajos de paciencias puestas a prueba, apasionamiento de mentes geniales – como la de Jean F. Champollión –, y golpes de fortuna en algunos pocos casos, pero en la que cada cual ha colocado un bloque en la reconstrucción de la odisea humana en el dominio de su hogar salvaje. También en medio de la búsqueda racional de nuestra identidad es inevitable encontrar grotescas hipótesis, que al margen de su valor anecdótico ameritan repasarse como una nueva demostración de la labilidad humana ante la misteriología.
- Pero si el mercado de místicos químicamente puros estaba ya copado por avatares orientales, quedan siempre otros rubros del marketing misteriológico para engatusar a los amantes de lo desconocido – por no decir carentes de juicio razonable – siempre prestos a tragar sapos especulativos que garantizan una atrocidad intelectual pero con la consiguiente celebridad y opulencia del autor de la novedad no importa si coherente o no. En este caso, un hombre que vendió disparates alienígeno-arqueológicos.
- Erich Von Daniken, nació en Suiza en una familia con las necesidades básicas más que satisfechas, en medio de una sociedad con todas las oportunidades para vivir honrada y placenteramente, pero ya desde pequeño daba muestras de sus controvertidas habilidades financieras hurtando algún dinerillo de la caja de los Boy Scouts locales a los que pertenecía. Se cuenta en su biografía que a temprana edad tuvo una vivencia que lo marcaría y probablemente señalaría el camino a la fortuna, cuando un avión de guerra americano aterriza de emergencia cerca de su casa y vio salir de esa nave a sus ocupantes vestidos con sus impresionantes trajes y cascos “que le parecían seres de otro mundo” contaría alguna vez. Además era un asiduo lector material de ciencia ficción y ocultismo, lo que fertilizó el potencial de su imaginación y desde entonces planeaba ser un gran descubridor de los misterios de las antiguas civilizaciones.
- Expulsado del colegio en la adolescencia, se dedicó a humildes oficios eventuales con los que subsistía modestamente, se casó con una compañera de trabajo y erraba en trabajos de hotel en hotel probablemente por su incontrolable hábito de tomar prestado lo ajeno, iniciando una corta e incipiente carrera por juzgados y cárceles locales; un peritaje psiquiátrico de esos juveniles tiempos lo califica como un mentiroso compulsivo, y en medio de esas aventuras hoteleras y delictivas a escala menor empezó a esbozar su libro “Chariots of the Gods” que ofreció a algunas editoriales sufriendo los primeros rechazos de rigor, algunos con términos ridiculizantes para su obra. Hasta que algún visionario captó su potencial comercial, se trataba de un periodista alemán con provechosos contactos del negocio que hizo los ajustes necesarios asesorándolo con escritores de ciencia ficción para una mejor presentación de su mercancía y sobretodo presentarlo como hechos reales y con el título “Erinnerungen an die Zukunft” (Recuerdos del futuro) que publica en 1968, captando la atención del público y acumulando interesantes ventas. En síntesis su obra propone que restos arqueológicos de civilizaciones mesopotámicas y mesoamericanas mostraban evidencia de tecnologías avanzadas que aún no hemos logrado, citando evidencias de pilas eléctricas, naves espaciales y hasta bombas atómicas y aprovecha como argumentos invenciones anteriores a él, de civilizaciones avanzadas como La Atlántida, Mu o Lemuria como ejemplos supuestos de ese avance alcanzado en el pasado y que perecieron por el mal uso de sus recursos como le puede pasar a nuestra civilización. Aunque la historia tenga naturaleza cíclica, esta es una extrapolación paroxística sin ningún rigor científico.
- Pese a que la fortuna empezaba a sonreírle comercialmente, Von Daniken era fiel a sus instintos y seguía haciendo de las suyas involucrándose esta vez en un tráfico de joyas y malversación de fondos y vuelve a la cárcel para otra corta sentencia donde al salir y mientras su primer libro alzaba vuelo en ventas, es empleado en otro hotel como gerente y emprende viaje por tierras exóticas que siempre soñó: Egipto, Líbano, Norte y Sudamérica malversando el dinero del hotel y falsificando libros contables llegando a una defraudación de mas de 400,000 francos suizos, así la Interpol lo arresta por evasión de impuestos, donde al revisar su caso y descubrir su prontuario es enviado a evaluación psiquiátrica donde se deduce que es un psicópata criminal y mentiroso, es encarcelado otra vez con una condena mas larga por su reiteración de estafas y falsificaciones, y aprovechando su encierro escribe su segundo libro “Return of the Gods” (Regreso a las estrellas).
- Al referirse a ese aspecto oscuro de su biografía, alguien llegó a pensar que era una campaña para silenciar a un hereje – hereje nada respetable intelectualmente – de la visión conservadora de la historia. Al salir del lugar que se estaba habituando como un segundo hogar, su primer libro ya acumulaba ventas en cantidades de Bestseller. Era curioso el paralelo entre su propuesta de trabajo donde ignoraba las leyes y método científico – como el vulgar aventurero empírico que era – y el patrón de su vida donde menospreciaba las leyes y reglas de civismo. Su obra esta plagada de saltos temáticos incoherentes pero la idea principal era bastante sugerente para los lectores, en ella, las líneas del desierto le parecían “pistas de aterrizaje”???? para platos voladores y las representaciones de dignatarios de las culturas antiguas le sugiere figuras de astronautas en sus naves espaciales; eso impactaba entre el público y sus libros eran obligados a reeditarse por millones, para 1974 sus 4 libros llegaban a los 28 millones de ventas y actualmente dicen pasar los 100 millones con la consiguiente fama y fortuna de un pícaro ex-hotelero que ahora podía pagar sus deudas y viajar para realizar sus subjetivísimos estudios, siendo incluso invitado por universidades en el mundo para dar conferencias.
- Ni siquiera esas teorías sobre orígenes extraterrestres de obras y culturas humanas eran originales, ya lo habían pregonado desde el siglo XIX otros “adelantados” – pero con menor éxito comercial – como Madame Helena Petrovna Blavatsky en 1888 tratando sobre Lemuria, la Atlántida y múltiples planos de existencia, Annie Besant, continuó en esa línea aportando cuentos sobre maestros de Venus llegados a la Tierra para enseñar al ser humano, Augustus Le Plongeon y James Churchward inventaron el mito de Lemuria, Curd Lasswitz, en 1897 publica la novela “En dos planetas” exponiendo ideas que posteriormente adoptarían los escritores del realismo fantástico. Y en el siglo XX Charles Hoy Fort y Eugen Georg publicaban sobre civilizaciones perdidas, Richard Sharpe Shaver y Raymond Palmer traen a los platillos y elementos de ciencia ficción con astroarqueología sentando bases para la ufología actual, y en la época platillista Desmond Leslie y George Adamski presentan “Los platillos voladores han aterrizado” mencionando supuestos platillos voladores en la antigüedad, Harold T. Wilkins, en Inglaterra, y Morris Karl Jessup en los Estados Unidos, ampliaron las referencias sobre ese mismo tema y las civilizaciones perdidas, siguieron Matest M. Agrest, Alexander Kazantsev, Michel d’Obrenovic, Louis Pauwels, Jacques Bergier, Robert Charroux que con su “Historie inconnue des hommes depuis cent mille ans”, parece ser el principal inspirador de Von Daniken. Ray Palmer fue otro importante difusor de estas ideas, Raymond Drake, Brinsley Le Poer Trench con “ The Sky People” de 1960, Paul Misraki, John Michell, Otto Binder, Max Flindt y Jean Sendy, en fin, una lista larga que antecedió a Von Daniken, la ensoñación con estos temas no fue primicia suya pero si fue quien mejor lo capitalizó en el momento y lugar correcto, cimentando una forma de subcultura popular que alimentaría el New Age.
- Las tesis de Von Daniken encajan en la denominación de paraciencia o seudociencia, interpretando antojadizamente los hechos y restos físicos, como quien fabrica piezas a medida en este caso para explicar la historia de las civilizaciones antiguas, inventando mitos burdos y apocalipsis, llevando hasta la aberración la interpretación histórica. La metodología de la que se sirve dista esencialmente de ser científica, dejando preguntas sueltas sin respuesta como buscando en ello un apoyo implícito a sus tesis o como previsión para librarse del posterior juicio de la investigación científica histórica, “Como tal cosa no puede ser negada debe ser cierto”, insinuando verdades a medias, adoptando así una serie de recursos de ligereza formal y de lógica; la arqueología seria nunca ha hallado evidencia relacionada a algo que incluso hasta la actualidad es esotérico en lo que respecta a inteligencia extraterrenal. Otro aspecto criticable de sus delirios es su trasfondo racista en su juicio de considerar – además con algunos términos poco elegantes – a los pueblos no europeos como incapaces de crear una alta cultura sin ayuda divina alienígena. Pero pese a su carencia de pruebas de peso y al ridículo que inspira entre la comunidad científica, hay millones de consumidores que creyeron en sus desvaríos hipotéticos que se hicieron atractivos con el infalible anzuelo de presentar el misterio ataviado con datos erróneos y con fuentes improbables desechando las explicaciones racionales; después de todo las masas de lectores y más aún en sus tiempos de gloria por los años 70, tienen la virtud – para sus fines – de la credibilidad ciega y orfandad científica elemental, pasión por el ocultismo y encaja en ese tipo de público la explicación paranormal. El público multitudinario, para efectos de estas materias, no otorga sustento en racionalidad o coherencia a las teorías extravagantes confirmando una verdad sintetizada en las frases: “El vulgo juzga las cosas no como son, sino como le parece” y “Si cien millones creen en una tontería, esta sigue siendo una tontería”.