sábado, 17 de octubre de 2009

TELLER, SAJAROV Y OPPENHEIMER: TRES CARAS DE UNA MONEDA (II)



- Edward Teller se había doctorado en Física en Leipzig y posteriormente hace un Post Grado en Copenhague con Niels Bohr, su familia, también de origen judío en Hungría había sufrido el embargo de sus bienes cuando la maquinaria nazi se adueñó del país, y él mismo huye de Alemania con otros destacados físicos y así llegó a América donde se nacionalizó y desarrolló su brillante carrera de físico nuclear, dedicado en especial a la Mecánica Cuántica, para luego trabajar en el Proyecto Manhattan, inclusive había acompañado a Leó Szilárd en 1939 para convencer a Albert Einstein de escribir la famosa carta a Roosevelt en 1939. Hombre inteligentísimo, sobretodo de fuerte personalidad avasalladora, recalcitrante y egocéntrico hasta la antipatía, fue quien finalmente comandó eficazmente la construcción de la Bomba H, aportando un artificio técnico conocido como “Efecto Teller” y que le mereció el título de “Padre de la Bomba H” – además de contarr el proyecto con la destacada participación otros físicos como Stanislas Ulam, Hans Bethe, Richard Garwin – y se obstinó en defenderla siempre ante cualquier foro y ante el poder político. Pregonaba además una lógica bastante personal, aunque lamentaba el lanzamiento de la bomba atómica en Japón, pensaba que debió haberse probado primero en una demostración sin víctimas para impresionar a los líderes japoneses sobre la capacidad del arma y obligarlos a rendirse. Terminada la elaboración de la primera Bomba H, es lanzada en el atolón Eniwetok, en el Pacífico en Noviembre de 1952, con un poder escalofriantemente mayor que las bombas de la II Guerra Mundial
- Al entrar en el escenario este ingenio termonuclear, la política o doctrina de defensa fue bautizada coloquialmente como “MAD” (Destrucción mutuamente garantizada) en una macabra ironía que mantuvieron las dos grandes potencias en la guerra fría. En su defensa ante las críticas manifestaba que la energía existía en la naturaleza y que en cualquier momento su descubrimiento y usos hubiesen llegado. Su influencia ante Harry Truman era muy fuerte, pensaba en el sentido de la Seguridad Nacional que había la necesidad de fabricar y poseer una potente bomba de Hidrógeno para garantizar una contundente defensa nacional capaz de intimidar a la Unión Soviética y en continua superación en el desarrollo de armas nucleares de fisión.
- Mientras la situación en el otro bando, no era menos interesante, Andrei Sajarov fue allí quien representó los remordimientos de conciencia. Brillante físico captado desde su juventud y voluntario colaborador en la defensa soviética durante la Segunda Guerra Mundial; luego de graduarse y doctorarse en 1947, participa desde en la elaboración de la primera bomba atómica rusa que es probada en 1949 como una réplica de la bombas americanas, pero luego asume la dirección del proyecto ruso de Bomba de Hidrógeno que se realizaría en la ciudad secreta Sarov, la que culmina en el primer dispositivo de fusión probado en Agosto de 1953 con el nombre “Usilennaya” y luego en Noviembre de 1955 se prueba la definitiva Bomba de Hidrógeno bautizada como “Binarnaya” que utiliza el diseño conocido en Rusia como “Tercera idea de Sajarov” – el mismo en EEUU se conoció como “Diseño Teller-Ulam” – que llegó a 1600 kilotones en energía, llegando después el programa soviético a la llamada “Bomba del Zar” en Octubre de 1961, que alcanzó la astronómica potencia de 50 Megatones, lo más potente jamás detonado. Distinguiéndose además con otros aportes teóricos en el campo de la fusión nuclear controlada y el uso de campos magnéticos aplicados a la energía nuclear.
- Los reconocimientos a su labor no tardan en llegar y en 1953, con solo 32 años de edad recibe distinciones como una insólitamente prematura membresía en la Academia de Ciencias de la URSS, tres medallas Socialistas al Mérito en el Trabajo, el Premio Stalin y la Estrella de Oro de Héroe de la Unión Soviética, todas ellas por sus investigaciones en el desarrollo de las bases teóricas de la fusión nuclear y en la construcción de la primera bomba de Hidrógeno de la URSS alcanzando notoriedad superlativa en su país, aunque no se afilió al Partido Comunista debido a sus primeros desacuerdos de conciencia. Mientras en EEUU Oppenheimer recibía los embates McCarthistas luego de renunciar al proyecto de la bomba de Hidrógeno por cuestiones de ética respecto a usos posibles de dicho artefacto.
- Pero al discurrir el tiempo algo pasó por la mente de Sajarov, sentimientos de culpa asomaban ante las capacidades letales de su creación, y decidió enfrentarse en el terreno de los principios al sistema del país mas cruelmente represivo del planeta, coincidentemente se respiraban mejores aires en el país con la ascensión del algo más tolerante Nikita Jrushov al poder. Sajarov empieza a hacer públicas sus posturas contra el armamentismo y las pruebas nucleares atmosféricas de la Bomba H para lo cual escribe una protesta formal contra ella en 1961, resultando después el Tratado de Prohibición de Pruebas Atmosféricas, Espaciales y Submarinas, firmado en Moscú en 1963, luego en 1967 escribe al líder soviético sus inquietudes por un tratado bilateral de control de misiles balísticos de cabeza nuclear los que mantenían la posibilidad de una guerra nuclear, deseando que la carta se haga pública, siendo ambas peticiones ignoradas y ya notándose la incomodidad del Kremlin para con él. Se involucra cada vez más en las cuestiones políticas de conciencia como defensor de las libertades civiles, del desarme y el control de armas nucleares; escribió plasmando sus ideas en libros como su ensayo de 1968 “Reflexiones sobre el Progreso, coexistencia pacífica y libertad intelectual”, se le niega acceso a los centros y laboratorios militares de la URSS, asimismo tanto por esto como por propia convicción fue volcándose más hacia la Cosmología y física de partículas dejando atrás la física nuclear. En los setentas prosigue con su activismo y a inicios del mismo colabora en la formación de la fundación del Comité por los Derechos Humanos de Moscú. La represión ya se dejaba sentir contra él, pero recibió siempre el aliento de su segunda esposa la pacifista Yelena Bónner. Mientras fuera de su país, la comunidad internacional reconocía sus esfuerzos y en 1973 llega su primera nominación al premio Nóbel de la paz, que se le otorgaría después en 1975, aunque entonces no se le tenía permitido salir de la URSS, siendo representado por su esposa en la entrega del premio. Probablemente la consideración hacia su condición de héroe soviético por su aporte a la Bomba de Hidrógeno y su prestigio como Premio Nóbel, evitaron su confinamiento en algún Gulag o campo siberiano de trabajos forzados o en las espantosas Clínicas Psiquiátricas., suerte que corrieron incluso otros intelectuales soviéticos.
- La gota que colma la paciencia de las autoridades rusas, ocurre cuando en 1979 al invadir el ejército ruso Afganistán, expresa su condena pública, llamando a boicotear los Juegos Olímpicos de Moscú, ante lo cual el gobierno ruso le retira sus honores, es despedido del trabajo y es puesto en arresto domiciliario en la ciudad de Gorki que estaba prohibida a los extranjeros, y donde vivió junto a su esposa Yelena, siendo foco permanente de atención por parte de la prensa internacional lo que ensalzaría su figura como representante de las libertades. Se intentó acallar así a un crítico del régimen en el cual los disidentes políticos eran ya toda una institución que llamaban la atención del mundo, entre los que se contaban inicialmente casi exclusivamente académicos, profesionales y otros intelectuales, todos en búsqueda de libertades y todos considerados enemigos por el gobierno de la URSS.
- Es encerrado allí por casi siete años siendo vigilado de cerca por la KGB, aislado de comunicación alguna con el resto del mundo, acosando incluso a sus visitantes, deteriorándose su salud y la de su esposa en ese tiempo y en 1984 inicia una huelga de hambre con repercusión noticiosa en occidente exigiendo un permiso para un cirugía cardiaca en el extranjero para su mujer en el extranjero. En 1986 con la llegada de Gorbachov y sus políticas de Glasnost y Perestroika se le permite salir, ante el recelo del régimen por el uso propagandístico que se le pudiese dar a su viaje, llegando a Italia a recibir un doctorado “Honoris Causa” y a entrevistarse con Juan Pablo II, quien ya había recibido en 1984 a su esposa; en Diciembre de ese año se le permite regresar a Moscú poniendo como condición para regresar, la libertad para todos los presos de conciencia, e inicia las primeras organizaciones políticas independientes y legales y en marzo de 1989 es elegido diputado por la oposición del Parlamento de la URSS Congreso de diputados del pueblo en 1989. Aunque el viejo sistema entraba en franca agonía, aún la dirigencia soviética lo percibía con recelo, recibiendo censuras del propio Gorbachov. Escribió sus memorias y fallece mientras participaba en la elaboración de una nueva Constitución el 14 de Diciembre de 1989.
- Mientras en EEUU, en la década de los ochentas Teller vuelve a la carga y sugiere a Ronald Reagan financiar el oneroso programa de paraguas de defensa espacial antinuclear ó Iniciativa de Defensa Estratégica conocido como “Guerra de las Galaxias”, reavivando las ácidas críticas que ya había merecido en el pasado, además Teller fue uno de los primeros en sugerir que la explosión de un arma nuclear en el espacio podría utilizarse para destruir o desviar de su trayectoria un asteroide en ruta de colisión con la Tierra, hecho por ahora poco probable.
- Una ola de suspicacias sustentada en mortíferas cabezas nucleares mantuvo así amenazado a un mundo con equilibrios aún adolescentes y la historia de tres de los principales científicos más reputados involucrados en la carrera nuclear corrieron caminos divergentes en medio de ella, con diferentes consideraciones finales.
Oppenheimer luego de su despido y la restricción de sus privilegios retorna a la vida académica y viaja por algunos países, yen 1963 por sugerencia de algunos amigos que habían llegado al entorno del entonces Presidente John F. Kennedy se le otorga el premio Enrico Fermi, siendo luego Lyndon B. Johnson quien le entrega el premio como un gesto de desagravio político. En la URSS ya en aires de libertad se instala el Premio Andrei Sajarov por la Paz, y en 1988 el parlamento europeo instaura en el transcurso de un sesión solemne en Estrasburgo del 10 de diciembre – en fecha rememorativa al día de la firma de la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en 1948 –, el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia, nombrado así en su honor y que se otorga a personalidades y grupos que luchan por los derechos humanos y las libertades fundamentales contra la intolerancia, fanatismo y la opresión, siendo el primer galardonado con el Premio Sájarov, el líder sudafricano Nelson Mandela, y póstumamente para Anatoli Marchenko. Al igual que Andréi Sájarov, los galardonados con el Premio Sájarov dan testimonio del coraje que es necesario para defender los derechos humanos y la libertad de expresión. En 1989 también recibió el International Humanist Award de la International Humanist and Ethical Union.
- Nunca se considerará tardía una saludable reflexión aún en medio de la tormenta, de la culpa y la presión del sistema, más aún cuando esta involucra nuestra propia supervivencia; no hemos aprendido de la historia que ni siquiera millones de años de estancia garantizan perpetuidad en condición de inquilinos dominantes – de ello fueron testigos los muy estúpidos dinosaurios – como para evitar arriesgar nuestro singular hábitat con ingenios mortales, las voces que braman por el dominio y el poder no cuidarán de poner en riesgo a sus semejantes, con tal de satisfacer sus apetitos y defender un credo político que ha puesto sus intereses por encima del elemento humano. Mientras nuestra capacidad letal se hace sofisticada y masiva es deber de generaciones afines a la civilización contrapesar las enfermizas jactancias de una especie asesina en potencia.